Una semana después de nuestra boda, me desperté por la mañana encontrandome muy mal, gire mi cuerpo viendo a mi esposo durmiendo boca arriba con uno de sus brazos en su cabeza y su otro brazo en su vientre, intente levantarme despacio para no despertarle, pero las nauseas estaban haciendo acto de presencia sin darme ninguna tregua, así que tuve que levantarme corriendo para ir al cuarto de baño. Cuando ya me quede con el estómago vacío, me di cuenta de que Mark estaba con un brazo apoyado en el marco de la puerta mirándome mientras sonreía.—- ¿Vamos a ser padres? — me pregunto sonriendo— Tenemos que hablar sobre eso Mark, hay una situación de desconoces y ahora que eres mi esposo creo que tengo que contarte —- le dije sin apartarnos los dos nuestras miradas—- ¿Qué pasa Keira?¿Qué es eso que tienes que contarme? — pregunto—- Por favor, deja que me asee un poco y ahora mismo vuelvo al dormitorio — le respondíUna vez que termine de asearme, me marché del cuarto de baño y regrese a
DAVIDHabía pasado ya un mes desde que mi Keira se había casado con ese hombre y no sabía nada de ella, consumiéndome en mis celos y en mi rabia por no poder ser yo el que se casaba con ella, pero pensaba que sería mejor no verla, ya que pondría en peligro a mi hija y a la mujer que amo, Aunque de vez en cuando le escribía algún correo y algún mensaje, pero ella nunca me contestaba. Cuanto más pensaba en ellas, más me dolía, ya que tenía a una hija que casi no me conocía pero que yo echaba mucho de menos. De pronto me enfurecí ya que tenía que saber si estaban bien y si ese hombre las estaba haciendo feliz. Cuando de pronto se abrió la puerta de mi despacho viendo a mi madre irrumpir en mi despacho con sus guardaespaldas detrás de ella—- Hola mamá ¿qué te pasa ahora? — pregunte, aunque no tenía tiempo para sus tonterías, viendo entrar en mi despacho, poco después a otros miembros de la junta directiva y a otros secuaces aleatorios que no tenía ni puñetera idea de quiénes eran y menos
KEIRADespués de lo que pasó en mi cama con Mark, me quedé dormida aun teniendo aquellos fuertes dolores en aquella parte que no diré, pero que manche la cama con mi propia sangre. Cuando abrí los ojos, me di cuenta de que mi esposo estaba tumbado a mi lado, con el codo apoyado en la almohada mirándome muy serio—- Keira, no quiero a ese niño —- me dijoLas únicas emociones que yo tenía en ese momento era resentimiento y amargura, porque me sentía culpable de no habérselo dicho a mi marido antes de casarnos —- Esta bien, te entiendo Mark, se que estas cabreado pero tal vez si dejamos pasar el tiempo cambies de idea —- le dije—- No Keira, no voy a cambiar de opinion, tienes que abortar o te juro que te hare la vida imposible, tu decides —- me dijo muy serioMark me lo dejó todo muy claro desde que le comente lo de mi embarazo, Mi esposo fue muy bueno desde que nos casamos, pero ¿le podría perdonar lo que me había hecho hacía solo una hora? no lo sabía, ya que entendía que mi marido h
Marque el número de teléfono de Sara llorando y con las manos temblorosas, ya que estaba muy nerviosa y necesitaba hablar con ella sobre cómo se estaba comportando mi esposo. Cuando me contestó Sara a mi llamada, no podía hablar por el nudo que tenía en mi garganta—- Keira cariño ¿que te pasa?¿estás llorando?¿te ha pasado algo con tu marido? —- me preguntaba—- Sara, hoy le he dicho a Mark que estoy embarazada, lo siento mucho sé que tenía que habérselo dicho antes de casarnos, pero quiere que lo aborte y si no lo hago me quiere apartar de mi niña —- le dije, temiendo que Mark entrara en ese momento por la puerta del salon—- Esta bien mi niña, Mark también tiene un secreto, seguramente por eso se ha enfadado contigo, pero no te preocupes, ahora mismo vamos Lucas y yo a tu casa y hablamos —- me dijo terminando las dos la llamadaDeje mi móvil encima de la mesita, sentandome en el sofá sin dejar de llorar, cuando de pronto vi a mi marido entrar por la puerta del comedor, tapandose sol
Las palabras que le dijo Lucas a mi marido, abrieron algo los sentimientos de mi esposo hacia a mi haciendole pensar—- Ojala sea verdad y aunque me siento traicionado por mi mujer, pueda aceptar a ese bebe — dijo Mark cabizbajo—- No os separéis por eso Mark, lo que mi niña Keira tiene en su vientre es un bebe inocente, que no pidio venir al mundo y no se merece que tu se la quites, Mark tu eres un buen hombre y estoy segura de que lo querrás como vas a querer a tu propio hijo — le dijo SaraMark apartó sus manos de los de Sara y se levantó de pronto del sillón andando de un lado para otro en el salón, mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas–—- Cuando Keira me dijo que estaba embarazada —en ese momento cerro sus ojos— le dije que no quería a ese niño ya que no se como aceptar esta situación — comentó MarkSara y Lucas miraron a mi marido con algo de comprensión, como entendiendo de qué manera se sentía mi esposo.— Mark hijo ¿porque le dijistes eso? Estoy segura de que
Mark rodeo mi cintura con sus brazos, acercando los dos nuestros labios dándonos un precioso beso, lleno de amor y pasión, ante la mirada de felicidad de Lucas y Sara—- He pensado una cosa ¿porque no os vais los dos solos a una casita que tenemos en un precioso paraje y paséis una bonita luna de miel, los dos —- nos dijo Lucas—- Dime ¿te parece bien? —- me pregunto Mark—- Me parece muy bien, gracias por quererme tanto, espero hacerte feliz — le dije sintiendo de nuevo los labios de mi marido apretando los míos.Mark, me abrazó seguidamente con fuerza, pegando sus labios a los míos, mientras me acariciaba la espalda con sus manos mientras me juraba en mi oído que nunca mas me haria daño. — Ya era hora que los dos recupereis la sensatez —- dijo riendo SaraSara y Lucas se marcharon de nuestra casa poco después, marchándome a la cocina para ir preparando la comida, ya que aunque quisimos que se quedaran con nosotros no quisieron, una vez que ya tenía la comida casi terminada, Mark s
La invitación a ir de luna de miel a la casita que nos ofreció Sara y Lucas la aceptamos sin dudar, pensando en que unos días a solas nos vendría bien, para hablar sobre todo lo que nos había pasado. Una mañana me fui a la casa de mi amiga Aroa, para ver a mi hija antes de marcharnos mi esposo y yo a la casita y nada más entrar en casa, mi hija vino corriendo hacia la puerta llamando a su mami, que era el sonido más bonito que yo podría escuchar. La cogí en brazos, sentandonos junto a mi amiga en el sofa del salon, —- Mami te echo mucho de menos, yo quero irme contigo —- me dijo mi hija—- Cuando mami venga de viaje, no te preocupes mi niña que vendrás a vivir con Mark y conmigo a nuestra casa — le respondí—- Mami, ¿mak es mi nuevo papi? — me pregunto mi pequeña— ¿Tu quieres que sea tu papi? —- pregunte—- Ziiiiiiiii —- gritaba mi hija mientras se bajaba de mi regazo y se ponía a bailar en mitad del salón, haciendo que Aroa y yo nos riamosPero de pronto tocaron el timbre de la cas
Algo temeroso David se fue acercando a donde yo me encontraba, formándose en la comisura de sus labios una especie de sonrisa—- ¿Por que cuando te lo pregunte no me dijistes claramente que ese bebe era mio? — me pregunto—- Porque sabía que no te lo ibas a creer, no confiaste en mí cuando te lo dije y en vez de inventarte todas esas cosas desagradables sobre mi, no quisistes escuchar lo que yo quería decirte —- respondíLa tristeza me invadió de pronto sin que yo pudiera hacer nada, me senté en el sofá con los pies arriba y las rodillas encogidas, abrazados con mis brazos mientras las lágrimas caían por mis mejillas como una especie de cascada, sintiendo como David rodeaba mi cuerpo con sus brazos, en un intento de calmar mi llanto. De pronto se levantó del sofá, se acercó a la cocina para traerme un vaso de agua ofreciéndola para que bebiera, con el ánimo de que así me calmaría un poco. Cogí con mis temblores manos el vaso que contenía el agua y bebí unos cuantos sorbos, devolviend