CAPITULO 7: INTERRUPCION EN EL BAÑO.

Thalía miró rápidamente a Máximo, solo para ver sus ojos burlones y una leve sonrisa en su boca, ella creyó que él lo rebatiría, pero, en cambio, dijo.

—No te preocupes, madre, me esforzaré para complacerte…

— Señora, el almuerzo está listo. — Un sirviente se acercó e interrumpió su charla.

El viejo D’Luca asintió y se puso de pie.

—¡Comamos primero! Más tarde podemos tomar el refrigerio en el jardín.

Enzo se sentó en la parte superior de la larga mesa de comedor, Brenda y Máximo se sentaron a ambos lados de la mesa y Thalía se sentó al lado de Máximo.

—Thalía, querida. No seas demasiado cautelosa, todos aquí somos tu familia — Brenda miro a su nuera y dijo señalando los platos en la mesa — Mi marido y Enzo crecieron en Verona, Italia. Todos estos platos son comida típica de su país. Por lo tanto, siempre ha habido un chef que se especializa en comida italiana. Espero que estos platos sean de tu agrado.

Una familia tan rica y prestigiosa como los D’ Luca contrataría a los mejores chefs. ¿Cómo no pueden ser deliciosos? Thalía no estaba acostumbrada a tanta opulencia, pero hizo lo posible por adaptarse.

En la mesa, Brenda siguió haciendo preguntas y Thalía las respondió una a una. Siempre tuvo la ilusión que la persona sentada frente a ella no era su suegra, sino su madre. Cuando estaban a punto de irse, Brenda parecía no tener suficiente. Tomo la mano de Thalía y la llevo afuera.

—Thalía, has comido poco hoy, ¿es por qué la comida no se adaptó a tus gustos?

—No. No, realmente suelo comer poco — dijo Thalía con una sonrisa, la evidente preocupación de la mujer hizo que su corazón se conmoviera.

—¡Máximo, ven aquí! — la madre llamo repentinamente a su hijo, que ya había caminado hacia el costado del auto, y Máximo se acercó con una rígida sonrisa.

—¿Mamá, que pasa?

Brenda tomó su mano y la puso sobre la de Thalía.

— Debes esperar a tu esposa. ¿No crie a un caballero?

Él frunció los labios 

— Tienes razón madre. Me disculpo por mi comportamiento.

La madre sonrió y agrego.

— Además, trae a Thalía a cenar la próxima semana.

—Sí — respondió Máximo a regañadientes — Bueno, debemos irnos — tomo la mano de Thalía y camino hacia el auto.

Ella podía sentir la calidez de su palma, sin esperarlo su corazón dio un vuelco y el beso en la boda llego instantáneamente a su mente. Cuando llego al costado del auto, soltó su mano y luego abrió la puerta de forma gentil y caballerosa. Espero que ella se sentara, luego se inclinó sobre ella y con cuidado jalo el cinturón de seguridad para abrocharlo, era la apariencia de un buen esposo que ama a su esposa.

El espacio se volvió demasiado pequeño para ambos y la atmósfera incómoda dentro del auto regreso. Después de dejar la mansión, él parecía haber olvidado que había otra persona sentada en el auto.

Era completamente diferente a cuando estaba frente a su familia.

Todo había sido actuado, y a ella no podía importarle menos. Además, ahora tiene otras cosas de que preocuparse y no tiene tiempo para pensar en esto tan trivial. Anteriormente, Máximo no vivía en la casa, era solo ella y los sirvientes, pero, ahora es distinto, con su regreso ella debe enfrentar como lidiar con su relación de casados.

Después de subir las escaleras nerviosas, se escondió en el dormitorio un buen tiempo, reflexionando en cómo lidiar con lo que podía pasar. Justo cuando no sabía qué hacer, escucho el sonido de un motor que venía del patio, salto y corrió hacia la ventana.

—¡Gracias a Dios! — se palmeó el pecho con entusiasmo —Escuchaste mis súplicas.

Después de hablar consigo misma, se acostó en la cama con tranquilidad.

—Finalmente, puedo vivir una vida pacífica otra vez.

Paso un buen rato y fue al baño para ducharse y preparase para dormir. Tarareaba una canción mientras dejaba que el agua tibia mojara su cuerpo. La temperatura era la adecuada, lo que la hizo sentir relajada y cálida. Una vez que sus músculos tensos se relajaron, inmediatamente cayó en un sueño profundo.

Pronto se quedó dormida.

Máximo no tenía intenciones de marcharse, solo quería conducir por la ciudad. Pronto se sintió aburrido, así que regreso. Al abrir la puerta del dormitorio, fue al baño directamente. Y vio a Thalía durmiendo en la bañera con una leve sonrisa en los labios, como si lo que estuviera soñando fuera muy hermoso.

En un primer momento, no la vio con buenos ojos, pero al verla dormir profundamente ahora, sintió una emoción inexplicable. Se acercó a ella y comenzó a observarla atentamente, su piel era delicada, sus labios eran rosados y sus exquisitas curvas bajo el agua lo dejaron sin respiración. No podía dejar de mirarla, y sus manos querían tocarla. Sin darse cuenta estiro la mano para tocar su mejilla.

Al tocarla, Thalía abrió los ojos de golpe. Ambos se miraron y a continuación, hubo un grito que resonó por toda la mansión.

―¡AHHH!