Capítulo 0284
Diego tuvo un momento de desconcierto.

Si... si Irene fuera así de dulce y atenta con él, sería maravilloso.

—¿Diego?

—¿Pablo te ha contactado? —Diego volvió en sí y le preguntó.

—Está ocupado. —Mariana sirvió el caldo de pollo y se lo pasó—. Dijo que tiene que ir a muchos lugares.

—Expandir el mercado internacional no es tan fácil como parece. —Diego tomó un sorbo—. Está muy rico, gracias. Tengo que seguir trabajando, así que puedes irte.

—Está bien. —Mariana sonrió—. He notado que no te ves bien últimamente. Si quieres comer algo, dímelo y lo haré. Mi primo no está en el país, así que puedes considerarme como tu hermano. Diego, no seas tímido.

—De acuerdo.

Después de que Mariana se fue, Diego no volvió a tocar el tazón de caldo. Tenía una reunión por la noche y, al regresar a casa, ya era casi medianoche.

Todavía vivía con Santiago en la casa familiar. Subió las escaleras hacia su habitación y, al ver la cama vacía, un profundo sentimiento de soledad y melancolía lo invadió.

Aprovech
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