Capítulo 062. La carrera.
Dennis y Yalens se dirigieron a los camerinos. Como Yuna sería la única piloto mujer, el paddock estaba reservado solo para ella, ofreciendo un oasis de calma antes de la tormenta de la carrera.
Poco después, Dennis salió sola y regresó al autódromo. Unos minutos más tarde, Yuna emergió con su traje de piloto, un casco en la mano y una expresión seria.
—Yuna, niña, ¿qué son estas horas? ¿Dónde estabas? —la reprendió Mayer desde el box del equipo, con una mezcla de preocupación y alivio.
—Ya estoy aquí. ¿Cuál es mi auto? —preguntó Yuna, con un tono de voz lleno de impaciencia.
Mayer sonrió de oreja a oreja y la guio hacia el Red Perseus Y1, que ya estaba siendo trasladado a los pits.
—¿Cómo? ¿No estás bromeando conmigo, Mayer? —exclamó Yuna, con los ojos brillando de asombro.
—¡No! —sentenció Mayer, con un orgullo evidente en su rostro.
Yuna se quedó paralizada. El corazón le latía a un ritmo frenético en el pecho. Sabía que ese auto era especial. Anton lo había creado para ella,