—Quién sabe, tal vez siga siendo gordita. Después de todo, esa niña siempre ha tenido una cara redonda, como una bolita. Además, su familia es muy rica. Después de tantos años, seguramente estará aún más rellena, aunque se verá bien también.

—No importa si está gorda o delgada, realmente quiero verla de nuevo.

—Alex, ¿en serio esa niña no te volvió a contactar después?

Alex golpeó la mesa con los dedos, apretando los labios en silencio.

—Ah, deja de preguntar. Si realmente hubiera habido contacto, ¿necesitaríamos estar aquí sentados preguntando eso? Ya habría venido a nuestro encuentro. Aunque a Noa le gustaba Alex cuando era pequeña, al crecer pensará que está viejo.

Al escuchar esto, Alex se detuvo y miró con desagrado a la persona.

—¿Quién es viejo?

—Jajaja, somos contemporáneos, cuando digo que estás viejo, también me incluyo a mí mismo, ¿no? No es que te estemos llamando viejo, es solo que para esa niña todos nosotros ya somos viejos.

Alex pensó en ello y sintió que era cierto. Co