La actriz llamada Noa era realmente hermosa. Tan hermosa que uno no tenía más opción que admitirlo.

—¿No es cierto? Si solo se trata de apariencia, ¿no sería más apropiado que dos personas con una apariencia aún más impresionante estuvieran juntas?

—¿Cómo es posible? Ella es solo una actriz de bajo nivel que busca aprovecharse de la popularidad. ¿No odia Alex a ese tipo de mujeres?

Estas personas empezaron a discutir acaloradamente.

Mientras tanto, Laura seguía hablando con Alex. En realidad, no se podía decir que estuvieran teniendo una conversación. Solo se podía decir que ella estaba hablando por sí sola.

—Señor Hernández, ¿cuánto tiempo planea quedarse esta vez?

—¿Hay algo importante? —preguntó él, sin ni siquiera levantar la cabeza.

Como siempre, seguía siendo frío e indiferente, con los labios apretados y una expresión distante.

Ante esto, Laura solo pudo sonreír incómoda:

—No es nada importante, solo quería invitarle a cenar para agradecerle por darme esta gran oportunidad.

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