Rozana se quedó atónita por un momento y dijo despacio:

—Muy triste, fallé en mi misión. Por accidente pisé un huevo y una gallina me persiguió durante toda la mañana.

—...

Noa se quedó sin habla.

Justo en ese momento, se escuchó una voz femenina, suave y delicada, desde el otro lado.

—Tengan cuidado, en la maleta hay cosas muy valiosas. No las dejen caer, no podrían permitirse pagar por los daños, ¿saben? …Ay, esta maleta la compré por mucho dinero. ¿Podrías tener más cuidado? Sostenla en lugar de arrastrarla. ¿Qué harías si se rompen las ruedas?

Todos se volvieron hacia la voz.

Desde la distancia, vieron a una chica con un largo vestido de encaje rojo y un par de tacones altos que caminaba hacia ellos con la ayuda de un asistente. Tenía el cabello ligeramente rizado y una piel clara, acostumbrada a una vida mimada.

Algunos miembros del equipo estaban esforzándose por cargar su maleta, con las caras enrojecidas. Uno de ellos no pudo contenerse y dijo:

—Ximena, esta maleta es demasia