Los sonidos ahogados no dejaban de salir de la garganta de James, la presión en su garganta aun seguía y había aumentado, una mano desconocida y grande le presionaba con bastante fuerza en el cuello. Si el bastardo seguía así, le iba a terminar asfixiando. Pero fue soltado una vez fue alejado de la puerta y puesto al piso, James fue soltado de manera brusca, cayendo se espaldas mientras tocia dolorosamente y sujetaba su cuello. En esa zona iban a ver hematomas luego.

James con algo de dificultad pudo contar a tres hombres, todos completamente vestidos de negro y con un pasamontañas cubriéndole la cabeza. Todos ellos estaban armados. Mierda.

Un de los tipos saco un intercomunicador, —Jefe, lo tenemos, ahora revisaremos la casa—

Una voz desconocida para James se escuchó del otro lado del intercomunicador, pero él los sabía, se podría tratar del