—¿¡Qué mier- Matt pudo ver a la persona que lo había apartado casi bruscamente de Chris, y vaya que se llevó una gran sorpresa. —¿Qué estas haciendo?— Su ceño fruncido haciendo una rápida aparición, —Suéltame— Y se negó a apartar la mirada, aun estando avergonzado, porque estaba más que seguro que Hiddleston había escuchado todo. Trató de soltarse del agarre, pero lo único que logró fue que el dolor en su brazo fuera más doloroso. Su expresión lo dejo ver.
Aun así... Hiddleston no estaba se estaba calmando, no estaba disminuyendo la fuerza de su agarre. Manteniendo su mirada ahora en su medio hermano, este ya se había puesto de pie y se estaba alejando, dirigiéndose hacia la salida de la habitación.
Chris dijo algo antes de desaparecer de la vis
Luego de una rápida huida, Matthew ya se encontraba nuevamente en el primer piso y se a ayudar a Érika con lo que faltaba por preparar. Lo que ahora necesitaba era mantenerse ocupado y no pensar en su loca y extraña conversación con Hiddleston, ya que esta hombre era tan confuso y desconcertante. Además de ello, Matt no estaba seguro de sus palabras, y mucho menos iba a creer que Hiddleston había estado genuinamente celoso de su medio hermano, de Chris.Eso había sido una locura, y todo empeoro cuando le pidió volver a su lado, aunque no fue un pedido como tal- Hiddleston había dado una orden.Matt terminó resoplando, y puede que esto le molestara más, el hecho de que Hiddleston diera por sentado que con una simple orden él volvería a estar a sus pies. Vamos, a Matt aun le quedaba algo de orgullo y dignidad. Pero además de ello, Matt no pod&iacu
Al día siguiente, milagrosamente James fue el primero en despertar, o al menos así parecía ser pues no había ruido alguno, y eso que la puerta de la habitación se encontraba abierta. Cosa que si, era bastante extraño, ya que obviamente no se encontraban en su departamento. James llevó su mirada a la persona debajo suyo, y su sonrisa se mantuvo intacta por solo unos segundos, luego los recuerdos de lo sucedido ayer a la noche llegó a su mente en forma ruda. Golpeándole directamente la cabeza.Oh, por dios... Había otra vez bebido demasiado, o tal vez no, porque lo recordaba todo, según él.—Maldición, el ponche...— Gruñó muy por lo bajo, no queriendo despertar a su seguramente adolorido novio, pues los rasguños en sus hombros y pecho se veían así, dolorosos. ¿Eso lo había echo él, verda
Ajá... Ahora más despierto, completamente despierto. Matt respondió,—Ya te lo dije, no volveré contigo— Su tono de voz tosco y casi fastidiado, si, porque se había percatado de las miradas que recibía de esos dos hombres. Dios, ¿realmente creían saber mejor lo que le pasaba que él mismo? La obvia respuesta definitivamente no le agradaba.Matt quiso irse, a donde sea lejos de estos dos hombres que le miraban como un tonto encaprichado. Pero no se fue, solo profundizó el ceño y se mantuvo en su lugar, ya alejado de Hiddleston y alejado de este. Su boca se abrió, estaba listo, no lo había pensado lo suficiente, nada, pero ya podría dar una respuesta. El hablar con Érika le había servido mucho.Ahora manteniendo su mirada sobre Hiddleston, —No me iré, ni siquiera se porque quieres que vuelva cont
Los únicos en desayunar, uh, en beber café, fueron Ryan, Oliver y Chris, ya que el resto no parecía tener estómago para nada, a menos que de simple agua se tratase. Al menos el dolor de cabeza ya había casi desaparecido en algunos, dejando solo un alivio reconfortante.Matt terminó recostándose muy relajadamente sobre las piernas de su amigo, estirando sus brazos y ubicando una de sus piernas por encima del respaldo. Manteniendo su cabeza en el regazo de James, ya que no fue mandado lejos. Terminó mostrando una sonrisa, una muy sospechosa sonrisa de alegría. Por supuesto todo aquello logró llamar la atención.—¿Qué es?— Preguntó James, él ahora tenía una tolla de mano en su mano, secando los cabellos mojados que se ocupaban de mojarle el pantalón de dormir. De todas formas no se quejó ni iba a hacerl
Un par de días habían trascurridos, ya era miércoles, y fueron días un tanto no tranquilos. James y Ryan se habían encontrado ocupados con algunos arreglos de su espacioso departamento, y tal vez no sean la gran cosa, pero para ellos lo era. Estaban siendo personas comunes y corrientes, tomándose tu tiempo en arreglar una bombilla rota, o la pata de una mesa. Cosa que nunca antes habían hecho, y a decir verdad, ambos amaban la sensación por completo. Esto era mucho mejor que estar asesinando, o estar bajo el régimen de tiranía de alguien.Dios, James y Ryan nunca antes habían estado tan en paz como ahora.Pero aun habían recuerdos, habían veces en la que Ryan despertaba por la madrugada y su expresión no era buena, quitándole el sueño casi por completo. Y también habían días en donde James se sentía tan
Ahora James se sentía pegajoso en todas partes, el sudor lo cubría y entre sus mejillas esta caliente y resbaloso, mucho más en su interior. Claro, los condones se habían terminado, aunque no era un gran problema. De alguna forma, a James le gustaba sentirse de esta manera; Bien jodido.Apretándose un poco más al costado de Ryan, James dijo —Quería que saliéramos a almorzar..— Su voz perezosa y un poco ronca, había tenido una polla golpeado el fondo de su garganta hace un rato, y esa era explicación suficiente para ello.Ryan le devolvió la mirada luego de haber restado mirando a través de la ventana, —Esta nevando y esta muy frío afuera, ahora no es una buena idea. Además ya compre el almuerzo— Sonrió con humor, —Pero tenemos que prepararlo— Y eso, eso era lo jodido, a penas ambos tenían manos f
Al despertar, lo primero que hizo Ryan fue quedarse muy quieto en su lugar, manteniendo su mirada fija en el bonito chico ante sus ojos, el cual obviamente se encontraba acurrucado a su costado, con brazo y pierna sobre Ryan. Esto era lo mejor de las mañanas. A Ryan no le importaba el sonido que emitían los pájaros, tampoco el casi brillante sol que se colaba por las cortinas levemente entreabiertas; Esas cosas eran tan mínimas, siquiera y les prestaba atención. Por muy lindo que fuera. Pero más lindo era James, aun durmiendo tan pacíficamente y aferrado a él. El corazón de Ryan solía exaltarse con tan poco, pero a la vez eso era tanto para él.—Eres lo más bonito que he tenido en mi vida...— La voz de Ryan fue un tanto ronca y muy baja, aun en un estado de ensoñación e incredulidad, esto último se debía a que aun no del todo
Luego de un profundo y fundido abrazo lleno de mimos y besos, James al fin se soltó de Ryan. Dejándole moverse con un poco más de libertad, aunque a Ryan realmente no le había causado impedimento alguno. Después de todo, tampoco había ido de un lado hacia el otro.—¿Ocurrió algo mientras no estaba?— Preguntó Ryan una vez regreso a al cocina y comenzó a sacar las compras de las bolsas. Si, él había comprado mucho más que solo leche y azúcar.Los labios de James de ladearon, pero no dejó de ayudar con las compras. Todo esto mientras aun estaba presionando su cadera contra las de Ryan, aunque la diferencia de altura entre ellos daba otro enfoque. James tarareó, tomándose su tiempo en en hablar, pues sus pensamientos estaban un poco dudosos. ¿Si le decía la verdad a Ryan, este se preocupar&i