Dimitry se pasó las manos por su cabello soltando un suspiro irritado.Había venido solamente a atrapar a Sonya, no había ido a casa pero estaba ansioso por hacerlo.Ni siquiera quería llevar a Satarah con esos bastardos que había atrapado para que le dijeran toda la verdad.Lo único que quería era reunirla con la hija de ambos y no soltarlas a las dos. Sin embargo, eso era necesario. De ese modo el pasado quedaría enterrado para siempre.Cuando estaba a punto de levantarse escuchó un golpeteo suave en la puerta.—Adelante.Él sinceramente no se esperaba que Natalya estuviera allí así que frunció el ceño al verla.—Dimitry, ¿Puedo hablarte?—Entra.No sabía si había visto que él estaba llevándose a su madre pero se lo explicaría después, junto con Satarah. Ahora mismo quería ir a ver a su esposa.—Yo...Natalya parecía incómoda.Como si no se sintiera bien pero también notó la determinación en su rostro como si hubiera llevado demasiado tiempo pensando en algo.La conocía muy bien par
Satarah suspiró apretando la carpeta en su regazo con más fuerza después de salir del auto. No quería llevársela porque no quería pensar en el divorcio pero si no la llevaba con ella Borya se daría cuenta de que le había mentido para llevarla a la oficina de Dimitry.Su corazón parecía estar a punto de salirse de su pecho ante el nerviosismo de lo que iba a hacer pero también había una alegría en su fuero interior que punzaba dentro de ella.Cuando entró al lugar los ojos de todos la miraron con sorpresa pero Satarah no les prestó demasiada atención.—¿Satarah? —saludó aturdida Vasya. Tarah entendía que estuviera confundida de que apareciera de nuevo.Seguramente el rumor de ella y Dimitry en el ascensor se había difundido por toda la empresa.Sus mejillas adquirieron un color rojo ante la mirada inquisitiva de la mujer frente a ella.—Hola Vasya, es bueno verte de nuevo —le sonrió a la mujer que la había hecho sentir parte de su grupo cuando estaban trabajando juntas—. Vengo entregar
Satarah respiró profundamente mientras se ocultaba de los ojos de los hombres de Dimitry.Ella no iba a ser una prisionera resignada pero tampoco estaba lista para enfrentarse a él.Necesitaba salvarse a sí misma y no moriría en el intento.Anteriormente había escuchado sobre el cambio de guardia. Solo debía esconderse hasta poder llegar al lugar y escapar.Era arriesgado.Casi tonto pero así lo hizo.Tarah vio como uno de los hombres se quedaba solo en el área oeste, esa era su oportunidad. De manera sigilosa se acercó a él tratando de no llamar la atención de los otros.—Señora Romanova.Ella le sonrió fingiendo que su corazón no estaba roto.—Hola, Deyan. Ella se pasó una mano por el cabello llamando su atención enseguida mientras se inclinaba ligeramente mostrándole el valle de sus senos al hombre frente a ella. Enseguida lo vio tragar saliva nervioso.Era un chico joven, no debía tener más de dieciocho años lo que lo hacía más manipulable.Ni siquiera entendía qué demonios hacía
Cuando se levantó las piernas le temblaban viendo como las llamas consumían lo que más amaba.La desesperación, el dolor, se convirtieron en una sed de venganza asesina.Ese hombre se alejaba como si no hubiera destrozado su vida, como si nada al haberse regocijado de su dolor.Pero Satarah lo siguió en un taxi que tomó y cuando él se bajó, sin la presencia de su guardaespaldas.El arma de Deyan pesaba en su mano mientras se acercaba a él.Quizás no tendría una venganza gloriosa, pero sí iba a vengar la muerte de su hija.Bien sabía que ella sola no podría acabar fácilmente con la vida de ese mafioso si estaba prevenido.—Se te olvidó esto —habló ella sorprendiéndolo.Yegor se dio la vuelta mirándola con sorpresa y rápidamente intentó sacar su arma.Ella no lo dejó.El primer disparo se asentó en su estómago ocasionando que este gimiera, su mano tembló sobre su arma intentando levantarla pero el siguiente disparo se incrustó en esta.—¡Perra!Satarah ni siquiera le importó su grito o l
Ella se fue del lugar según los informantes.—¿Qué hay de Seleznev? —Está muerto, Pakhan. Pero no encontramos su cuerpo.El hombre dio un trago a su bebida manteniendo el rostro estóico.Lo cierto es que no le importaba en lo más mínimo pero era un títere útil contra Dimitry.Siempre había querido el poder de los Romanov y cuando había matado al padre, el hijo había ocupado su lugar sorprendiendo a todos con su destreza y letalidad. Siendo aún más poderoso y temido que su padre.Le había echado la culpa a los Ivanov para salirse del camino. No quería mostrar sus cartas ante Romanov y había encontrado una debilidad aunque tarde.La hija de Dimitry y su mujer.La perra había escapado pero no tenía ni idea de a dónde se había llevado a su hija por la incompetencia de Yegor.—Búscala por todos lados, sino llegamos a la hija. Entonces llegaremos a la madre. Finalmente voy a tener todo lo que quiero. Ese poder es mío.*CUATRO HORAS Y MEDIA ANTES:Dimitry avanzó a la habitación sin apartar
Cuando Dimitry llegó al lugar temió lo peor al ver el tumulto de gente reunida.El miedo recorrió sus venas al enterarse que había alguien en el auto."No, esa no puede ser mi Malyshka."Había escuchado la explosión y el grito de Satarah pero no creía que fuera ella.Entonces cuando escuchó la versión de un testigo supo que Satarah por alguna razón había perseguido al bastardo de Seleznev.—Mierda, ella quería matarlo. Debió seguirlo para eso al creer que Seleznev había matado a nuestra hija.Dimitry masculló una maldición sin saber por qué Satarah tenía que ser tan impulsiva."¿Por qué carajos nunca confías en mí, Malyshka?"Cuando la encontrara iba a hacer que ella lo hiciera.Que siempre viniera a él en busca de ayuda.Pero también se aseguraría de mantenerla protegida a ella y a Ava.Dimitry volvió a subirse en el auto llamando a Valerik.—Asegúrate de enviar hombres cerca de la casa de Seleznev. Estoy casi seguro de que Satarah lo siguió y si él no se dio cuenta llegó lejos buscá
CINCO MESES DESPUÉS:Satarah alzó la cabeza con confianza mientras que todos a su alrededor la miraban.Iba sosteniendo del brazo a su hermano mientras los hombres a su alrededor posaban sus ojos en ella y las mujeres comentaban con envidia sobre la nueva acompañante de Zinoviy Ivanov.Obviamente nadie sabía que ella era su hermana, eso sería revelado en unas semanas cuando hubiera una reunión en la empresa Ivanov. Su padre había insistido para convertirla en accionista.Esta era la primera aparición que hacía en público después de todo lo que había pasado con Dimitry.Su corazón aún dolía por él.Cuando hablaba con Polina o con Gian Franco evitaba saber sobre él.Suponía que había aprovechado los papeles del divorcio que le había dejado y ya estaban separados. Como también sabía que esa noche posiblemente revelaría su ubicación ante él pero eso no era realmente importante.Estaba cansada de huir.Ella fingía una sonrisa pero el nerviosismo y el miedo estaban dominando su cuerpo a pes
—No puede ser.Su voz sonó quebrada al contemplar la escena frente a ella.Su hermana estaba viva, había corrido a su casa para encontrarla y se llevó una sorpresa inesperada pues su esposo también estaba ahí. —Dimitry…Aunque susurró su nombre él no pudo oírla, sus labios estaban siendo besados por la única mujer a la que siempre amó. Tan embelesado por ella como desde la adolescencia estuvo. —Esta vez sí estaremos juntos. Te daré muchos hijos…Mientras hablaba Natalya llevó una de las grandes manos de Dimitry a su vientre. Satarah ahogó un sollozo sintiendo como su corazón se quebraba en ese instante. Parecía estar en una pesadilla. ¿Cómo iba a competir con su hermana? Desesperada se dio la vuelta para irse, no podría soportarlo por más tiempo..—¿Satarah? Detente.Temblorosa y llena de dolor jugueteó con su anillo de bodas sintiendo que todo lo que había vivido en esa casa era un sueño lejano. Una dulce mentira.—Te dije que te detuvieras ¡¿No me oyes?!La mano firme de su espo