—Aun no puedo creer que la señorita Peyton haya nacido en la cruz roja—la voz de la mujer suena mejor para los oídos de Peyton y no basta con reconocer que es Tonya.

¿La ama de llaves y su chófer son amantes? No va en contra de la reglas meterse con alguien del trabajo, pero la verdad es que no se lo esperaba, ambos son muy cerrados con su vida privada.

Ambos están sobre la cama y ella estaba cubierta en sábanas para no mostrar su desnudes.

—Seguramente tener ese tipo de conexión te llena de recuerdos, ¿No? —asegura Finnick.

—Si y lo siento si eso afecta lo nuestro, solo que no puedo evitarlo —la angustia de Tonya le causa mas curiosidad a Peyton.

Finnick acaricia la mejilla y tuerce sus labios hacia un lado mostrando lamentación y apoyo.

—Todo está bien, puedo entender tu pasado y él fue parte de eso.

—Pero pensar en el pasado sería traerlo a él en el presente y recuerdo bien que dijo que me mataría si nos pensara.

—¿Y es que él puede leer tus pensamientos? —pregunta Finnick