Ante la mirada acusadora y reprensiva de Madeline, la expresión de Jeremy no cambió. "Así es, voy a volver a hacer lo mismo. No dejaré que vuelvas a tomar esta medicina".

Madeline aflojó los dedos que agarraban el cuello de Jeremy. Le dolía el corazón mientras decía: "Jeremy, dilo otra vez".

"Eveline, no dejaré que vuelvas a tomar esta medicina".

¡Paf!

Madeline le dio una bofetada en la cara, con las manos temblando de rabia. Ahora, ella sentía que su mente estaba aún más desordenada. Sus pensamientos enredados hacían que toda su conciencia fuera un caos, incluso le costaba respirar.

Con decepción, ella fijó su mirada en el hombre que estaba frunciendo el ceño.

"Jeremy, ¿qué clase de persona eres?".

"¿Quieres verme morir o quieres ver morir al niño que llevo en mi vientre?".

"Ya que eres tan indiferente conmigo y con el niño, ¿por qué pretendiste ser tan afectuoso conmigo en primer lugar?".

Ella miró al hombre callado que tenía los ojos rojos, y él le soltó la mano.

"¿Estás