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Tal vez se debió a los efectos psicológicos que había provocado esa pesadilla, que Madeline sintió, de algún modo, un pequeño malestar en el estómago.

Ella fue al hospital para que la examinaran. Jeremy tenía que presidir una reunión importante, así que no pudo acompañarla.

Después del chequeo, Madeline le entregó la hoja de prueba a Adam, quien luego la leyó con cuidado.

"Eveline, te voy a recetar otro medicamento. Este medicamento no afectará al feto. Sirve principalmente para estabilizar tus emociones. Es suficiente con que tomes uno al día. No deberías trabajar más en un futuro próximo para que puedas descansar bien".

Madeline sabía que su estado de ánimo como mujer embarazada fluctuaba a menudo, y su sueño de anoche fue tan vívido que aún lo recordaba un poco.

Ella asintió con la cabeza, le dio las gracias a Adam y regresó.

Cuando ella ya había salido de la habitación, una persona salió tranquilamente de la pequeña habitación en la oficina de Adam.

Lana fumaba un cigar