"Bien". Ken se le acercó, cojeando.

Madeline no tuvo la oportunidad de decir nada, antes de que la ignoraran.

Sin embargo, ella no fue a desayunar. Al contrario, se fue de puntillas al segundo piso.

Cuando llegó al final de las escaleras, ella escuchó la voz de Jeremy desde el dormitorio. "No tenemos suficientes pruebas aún, tengo que ir al almacén para obtener más".

"Sr. Whitman, es demasiado peligroso. ¿Por qué no volvemos a Glendale, antes de hacer algo?".

"¿Crees que podemos volver a Glendale, ahora?".

Jeremy sabía muy bien que Felipe ya lo había rastreado.

La mejor prueba fue el disparo a Ken, del día anterior.

Felipe ya conocía su paradero.

Felipe incluso sabía que Madeline estaba con él.

"Sr. Whitman, ¿y ahora qué? No puedo ayudarle, ahora que estoy así".

“Deberías quedarte aquí y recuperarte. No querrá matarte ahora, ya que soy su mayor objetivo". Los ojos de Jeremy parecían tranquilos, mientras tomaba la decisión final. "Si no regreso antes de las siete de esta noch