Madeline levantó la vista para contemplar esa miserable sonrisa. El hombre era un extraño, pero ella sentía que se habían encontrado antes.

Ella estaba segura de que él debía haber sido un enemigo suyo antes de ella perder la memoria, o él no haría algo tan extremo, y mucho menos diría algo como "nos volvemos a encontrar".

Tanner se agachó para agarrar la delicada barbilla de Madeline mientras ella lo miraba con una mirada certera y analítica.

“Tch. ¿Qué? ¿No recuerdas a este viejo amigo tuyo?”.

Madeline volteó la cara para luchar contra el agarre de Tanner con una mirada dignidad en sus ojos. "¿Buen amigo? ¿Quién eres tú para llamarte así?".

Tanner no estaba complacido. “¿Por qué eres tan arrogante, Madeline Crawford? Déjame decirte. ¡Ahora que has vuelto a caer en mis manos, nunca te dejaré ir!”.

Él se puso de pie y le lanzó a Madeline una mirada insaciable desde arriba. Independientemente del ángulo desde el que él la mirara, Madeline seguía siendo impresionante.

No. Sería má