Carter tomó la tableta y echó un vistazo. Cuando vio la foto en la pantalla, sus ojos se llenaron de sorpresa. Parecía que no podía creer lo que estaba viendo.

"¿Quieres que me case con ella?". Carter miró a Camille con sospecha.

Camille asintió con firmeza. “Ella es la candidata más adecuada por ahora, Carter. Eres alguien que va a lograr grandes cosas, así que no quiero que te dejes llevar por tus emociones y dejes que una mujer afecte tu brillante futuro".

Carter miró la foto en la pantalla con intenso disgusto en su corazón. Sin embargo, cuando recordó lo que había dicho Shirley, de repente se echó a reír.

“No te preocupes, me concentraré en mi carrera a partir de ahora. Ninguna mujer podrá volver a afectar mi estado de ánimo nunca más".

"Bien". Camille se levantó y giró la cabeza para ordenarle al mayordomo: “Vaya y prepare la boda del señor Carter. Tiene que ser grandiosa y quiero que todos en San Piaf sean testigos de ese momento".

"Entendido, señora", respondió el mayordo