Ella conversó por un momento con el agente de policía que la llevó a ese lugar. Ella luego se dio la vuelta y esbozó una amable sonrisa hacia Madeline. "He pagado tu fianza. Puedes abandonar este lugar por ahora, pero no puedes salir de las fronteras de San Piaf por el momento".

Madeline no se olvidó de que, según lo que le habían informado anteriormente, ella no podía salir bajo fianza, pero en ese momento había sido liberada de la custodia.

Tras salir de la comisaría, Madeline seguía sin estar convencida de que eso fuera real.

Aparte de las palabras de agradecimiento, ella no sabía qué más decir.

Tras aceptar la gratitud de Madeline, Camille le entregó su teléfono. "Puedes llamar a tu marido y pedirle que te recoja. Sin embargo, los dos deberían quedarse en San Piaf por el momento".

Madeline aceptó el teléfono, le dio las gracias a Camille y le dio la razón.

Jeremy planeaba regresar al lugar donde se alojaba. Sin duda, no esperaba recibir una llamada de Madeline.

Diez minutos