Asombrada, Madeline miró al hombre que se dirigía a ella. Una mirada de confusión se vio en sus ojos claros. "¿Cómo es posible? ¿Dónde estoy? ¿Cómo has...?".

"¿Cómo me las he arreglado para aparecer ante ti cuando me da la gana?", preguntó el hombre con una leve sonrisa mientras se acercaba a Madeline. "En este mundo, hay una línea gris. Aunque el dinero no lo puede todo y no puede comprar el amor verdadero, es más que suficiente para comprar la libertad".

"...".

Madeline tuvo de repente un terrible dolor de cabeza al escuchar su comentario. "Ryan, la mujer que se parece a mí, ¿es obra tuya? ¿Por qué has hecho eso?".

Ryan metió una de sus manos en el bolsillo con un gesto despreocupado.

"Eveline, deberías saber que cambiar la apariencia de uno para que sea exactamente igual a la tuya no es cosa de uno o dos días".

"Entonces, ¿dices que lo tenías todo planeado desde hace mucho tiempo?".

"Ya había planeado hacerlo cuando te llevé aquel día al País Y, pero más tarde me arrestaron y