A pesar de que la confesión de Jeremy era de esperar, fue sorprendentemente dulce cuando se introdujo en el corazón de ella.

Madeline frunció sus labios y sonrió mientras su mirada se encontraba con la profunda mirada del hombre.

"Yo también te amo. He querido estar contigo para siempre desde el día en que te conocí. Hasta el fin del mundo, vayas a donde vayas, iré contigo".

Al escuchar esto, los ojos de Jeremy se aguaron mientras la mirada en ellos se volvía más tierna. "Siento que hayas tenido que esperar tanto para este día, Linnie".

"Si la espera me guía hacia ti, entonces valdrá la pena".

Tras escuchar las palabras de Madeline, Jeremy depositó un beso desenfrenado en los labios de ella, vertiendo todas las emociones que había reprimido en su corazón.

"Linnie, ¿qué tal si tenemos otro bebé?".

"¿Podrás siquiera mantener a tantos niños, Señor Whitman?".

"¿Qué dices?", preguntó el hombre con una risita baja, pero luego hizo una promesa seria. "No quiero que sufras más, Linnie