"¿No hubo?", preguntó Jeremy con una sonrisa. "Simplemente no lo sabías, Linnie, pero todos los hombres que gustaban de ti o intentaban conquistarte sabían muy bien que eras mía".

"¿Qué? ¿De qué estás hablando, Jeremy?". Madeline se sentía cada vez más confundida, y lo único que podía ver era un ligero rubor en los apuestos rasgos del hombre. "Dime ya, Jeremy. ¿Qué has hecho a mis espaldas?".

"Cof". Jeremy se aclaró la garganta para disimular el ligero nerviosismo. "Hice que alguien le advirtiera a los tipos que trataron de perseguirte para que supieran que yo te estaba vigilando. Todos sabían que no debían ofender al soltero número uno de Glendale".

"...".

Madeline se quedó sorprendida por la noticia.

Nunca se esperó que Jeremy hubiera hecho algo así a sus espaldas.

Ya que lo pensaba, no le sorprendía en absoluto.

Jeremy era un hombre dominante. Lo era en la actualidad y lo era también en aquel entonces.

Ella simplemente nunca se había atrevido a pensar en esas cosas.