Cuando Jeremy sintió que ella lo rodeaba con sus brazos, se giró rápidamente.

Vio a Madeline abrazándolo débilmente mientras estaba descalza. No dudó ni un segundo antes de levantarla.

Madeline se sintió realmente triste y, con todas las fuerzas que le quedaban, rodeó el cuello del hombre mientras enterraba su rostro cansado entre el cuello de él.

"Jeremy, no me ignores".

La voz de Madeline sonaba como si estuviera al borde del llanto, casi como una súplica justo como la última vez.

Jeremy sintió que el dolor en su corazón crecía.

¿Cómo podía soportar ignorarla?

Quería consolarla, pero lo único que oía era a Madeline disculpándose. "Sé que me he pasado contigo hace un momento, pero no era mi intención".

Jeremy detuvo sus pasos, bajó la cabeza y la besó en la mejilla. Apretó sus finos labios contra sus orejas. "¿Qué tonterías dices? ¿Cómo puedo enfadarme contigo? No necesitas disculparte conmigo. No has hecho nada malo".

Su tono suave, era como una brisa de aire, bañó el corazó