Jeremy miró hacia abajo para ver la pequeña botella de reactivo y se agachó para tomarla.

La botella transparente era del tamaño de su pulgar y estaba llena de un líquido incoloro e inodoro. Tampoco había descripciones en la botella.

No tenía ni idea de lo que contenía, pero pronto recordó cuando Madeline le había inyectado algo en dos ocasiones mientras estaba dormido.

Se volteó hacia Madeline, que seguía inconsciente. La confusión se reflejaba en su gentil mirada.

‘¿Es esto lo que me has estado inyectando, Linnie?’.

‘¿Qué es esto?’.

‘¿Es tan importante como para saltar al río para recuperarlo?’.

Jeremy pensó para sus adentros, pero no pudo pensar en cuál sería su respuesta. Sin embargo, no pensaba preguntárselo.

Jeremy estaba a punto de volver a meter las cosas en el bolso cuando vio de reojo a alguien que miraba desde la ventana de la habitación del hospital.

Su mirada se desvió hacia arriba y la persona salió corriendo.

A Jeremy le pareció un comportamiento extraño.