Jeremy no le dio a Karen la oportunidad de hacer más preguntas. Se levantó y se fue.

Para no molestar a Madeline, Karen no volvió a llamar a Jeremy.

Al ver a Jeremy entrar en la habitación de Jackson y Lillian, no lo siguió para no molestarlos.

Jeremy abrazó a los dos pequeños bebés que estaban dormidos. Mirando las dos caras tranquilas, su corazón se llenó de resentimiento y culpa.

Puso sus ojos profundos, suaves y llorosos en el rostro dormido de Lillian.

"Lillian, ya no tendré la oportunidad de oírte llamarme 'papi', pero eres la única princesita de mi corazón".

Inclinó la cabeza y quiso besar su linda mejilla, pero al pensar en la sangre que acababa de toser, sintió que ni siquiera estaba capacitado para sostener a la niña.

Jeremy se marchó con tristeza. Se quedó mirando la puerta de Madeline en silencio durante un largo rato antes de estar dispuesto a marcharse. Sin embargo, cuando se volteó, vio a Jackson de pie frente a él. Aquellos ojos claros y sencillos le miraban muy