Madeline preguntó con curiosidad, solo para encontrar una sonrisa amarga en los hermosos rasgos de él.

"¿Sabes cómo me convertí en un artista aficionado?", preguntó Ryan.

Madeline negó con la cabeza y sonrió. "Cuéntame".

Ryan se giró para mirar a Madeline. "Tú me convertiste en lo que soy hoy".

"¿Yo?". Madeline estaba confundida cuando Ryan empezó a contarle lo que había sucedido años atrás.

En aquel entonces, Madeline acababa de graduarse de la escuela secundaria. Eran las vacaciones de verano antes de que comenzara la universidad.

Madeline había encontrado un trabajo a tiempo parcial en una tienda de postres, y cuando un día caminó hacia afuera, encontró un puesto de arte junto a la carretera.

En aquel momento, Madeline aún no había empezado a dedicarse al diseño de joyas, pero el arte era algo que despertaba su interés. Al acercarse, las obras de arte le parecieron muy interesantes.

Por eso, tomó una para echarle un vistazo.

En ese momento, un chico se acercó para preguntar