Esos eran los cigarrillos que ella fumaba y también los que le dio a Jeremy en aquel entonces. Sin embargo, a los que le dio a Jeremy se les añadió algo más.

Cuando Jeremy le golpeó con la caja de cigarrillos en la cara de repente, Lana supo lo que estaba pasando.

"¿Qué has puesto en los cigarrillos?", preguntó Jeremy con frialdad.

Lana no se atrevió a responder. Solo pudo fingir que tosía de la sorpresa.

Jeremy no tenía tiempo para andar con rodeos con ella, así que se dirigió al otro lado con frialdad.

Al ver esto, Lana levantó la pierna para darle una patada a Naomi, que se hacía la muerta.

"¡Levántate! ¡Muérdeme las cuerdas!", ordenó ella en voz baja.

Sin embargo, Naomi siguió haciéndose la muerta. Ella pensó que Jeremy solo buscaría vengarse de Lana. Ella solo siguió a Lana al coche de forma aturdida después de que bebió demasiado. Ella era una víctima.

"¡Naomi!", gritó Lana. Cuando estaba a punto de patearla de nuevo, sintió que un líquido frío le caía desde la cabeza has