—Y lo entendería, ya a esta edad uno siente que debe estar con la persona para ya envejecer juntos, porque tal vez falten 30 años más para eso, pero debemos aprovechar el momento.—Así es.Enciende el auto y arranca.—¿Me llevas a casa? Blake quiere que prepare una cena para ustedes dos.—¿Planeas actuar como si nada?—Aun planeo vengarme —le recuerdo.—Está bien, ¿Quieres que te acompañe? Así te ayudo a cocinar.—No te preocupes, tu ve a arreglarte, no sé qué hora llegue hoy y si te encuentras con la misma ropa… pues no quiero que piense que pasamos el día juntos.—Claro. —Me sonríe.Aaron coloca música de su reproductor y permitimos que está sonará, luego de indicarle donde vivía, se estacionó.—Gracias —dije con media sonrisa.—Te besaría justo ahora, pero no quisiera alertar a los paparazzi escondidos que estén y no es que me avergüence que me vean contigo, pero eres casada todavía y no quiero darte mala fama.—Entiendo, hasta luego.—Hasta luego.Me bajo del auto y
—¿Entonces es eso? ¿Te estás vengando y peleas mucho?—No Blake, solo que estás acostumbrado a no estar dentro de una relación que no sabes que las parejas a veces pelean.—Claro que estoy dentro de una relación, estamos casados.—Un simple papel no es suficiente Blake.—¿Para ti es un simple papel? Para mí fue una unión con más fuerza porque nos amamos tantos que lo queríamos todo.—No me voltees la jugada Blake. —Lo señaló con el dedo—. Sabes perfectamente de que hablo, ¿De que nos sirve el papel si no estás conmigo físicamente?—Kath… —lo interrumpo.—Solo ve a arreglarte Blake.—¿Sabes? Muchas mujeres se quejan de que sus parejas son unos buenos para nada y que se echan en el sillón sin hacer nada, ¿Acaso eso es lo que quieres?—Por supuesto que no, pero tampoco quiero que trabajes en exceso.—Tu también trabajas Kath.—¿Otra vez con eso? Yo puedo faltar al trabajo si quiero.—Porque te hice dueña de tu propio negocio, o si no, aún seguirías trabajando para alguien más
—¿Ah sí? ¿Y por qué?—Porque no hay nada mejor que lo hagas con tus propias manos, así no te enojas si quedas inconforme.—Eso tiene sentido, porque nadie se conoce mejor que uno mismo, si es así, prepararé mi bebida.Se posa a mi lado.—No es necesario señor Halder, ¿acaso mi esposo no le dijo que soy gran fan suya? —dije riéndome.Aaron sabía que eso era mentira, pero era nuestro secreto y estaba hablando en clave.—Perfecto, sorprendeme —se coloca del otro lado y queda frente a mí.—¿Y no quieres ver un partido mientras? —insiste Blake.—La temporada comienza en dos semanas Blake.—Pero podemos analizar tus nuevas estrategias.—Eso solo lo hago con mi coach.—Entonces mientras Kath hace la cena.—Pero si me enviaste un mensaje diciendo que la hiciera temprano, por lo que la cena ya está lista —dije.Aaron quería evitar hablar de negocios y yo también.—¿Y mientras bebemos?—¿Cuál es el apuro Blake? Se supone que lo invitaste a pasar un rato agradable, no hablar de ne
El punto es que creo que Blake no nos ha notado.—Si cariño, ¿por qué?—Tenías los ojos cerrados y creí que los necesitabas abiertos para picar.—Estaba meditando —Hago una mueca cuando siento una ligera mordida en mi labio.—¿Con cuchillo en mano? ¿Quieres evitar matarme? —Él se veía muy divertido, pero yo me pongo seria.—No Blake, solo que cuando pico cosas, no sé porque, me ayuda a reflexionar.—Lo entiendo, ¿Deseas que te ayude? —Casi se viene para el otro lado.—No bebé, somos un equipo, yo te ayudo aquí y tú espera a Aaron allá, antes de que salga, sus bebidas estarán listas.—Gracias cariño.—¿Por qué no enciendes la televisión mientras lo esperas?—Pero es que quiero ver un partido y no quiero que piense que es por negocio.—Dices que es por gusto bebé.—Gracias, te amo. —Me lanza un beso fugaz.—Yo también te a… —Aaron me mete sus dedos de repente— shuu.Fingí un estornudo porque es lo primero que se me ocurrió, la cara del gemido y la de un estornudo, para mí,
—Entonces supongo que soy culpable por esa bebida mágica. Intento subirme a la mesa, pero él me toma de la cintura para ayudarme, abro mis piernas y él queda entre ellas.—Si lo eres, pero no me arrepiento de cada probada que le he dado. —susurra contra mis labios y me besa.Nuestros besos son salvajes y apasionantes, tanto que tuve que apoyar mis manos en la mesa detrás de mí para caer hacia atrás, quería mantenerme firme.Deja mis labios y va hacia mis pechos para masajearlos.—Ya probaste mi jugo, ahora fóllame Aaron —pido en un gran desesperoQuería sentirlo ahora, creí que me torturaría, pero fue demasiada tortura cuando Blake estaba presente. Aaron se desabotonó sus pantalones y saco a su gran y delicioso amigo, no esperó más y se adentro en mi. Sus caderas chocan contra mí en un ritmo acelerado y nuestros gemidos estaban a un volumen medio, yo de vez en cuando miraba debajo de nosotros, pero él me subía el mentón para que pudiésemos vernos.Él y yo copiamos la expresión
—¿Qué? —me gira y parece confundido, luego parece entenderlo—. Tienes miedo de intentarlo.—¿Cómo no quieres que lo tenga? No sé qué preparaste, pero después de eso te irás, así como hace Blake, ¿Por qué lo hacen? ¿Para tenerme ahí enamorada? ¿De que les sirve?—No puedo hacer que funcione esto si no quieres por miedo.—No confío en nadie y si la paso bien contigo que olvidó todo lo malo que me está pasando, pero no puedo ignorarlo todo el tiempo.—Y yo no quiero que lo ignores, solo que lo superes, porque así nunca vas a avanzar.—¿Avanzar? Llevo días que supe que mi perfecto esposo es infiel.—Y es lo primero que tienes que aceptar, porque parece que aún no lo has hecho.—No puedo desenamorarme tan fácil Aaron.—¿No puedes o no quieres? Porque muy en el fondo, deseas que cambie o hacer como si nada pasó.—Yo… —él me toma de las mejillas.—Puedo entender cómo te sientes, crees saber lo que tienes que hacer, pero realmente no sabes, de repente estás en una confianza y otras
Entro al bar de mi hermano y me llego al bar.—¿Dónde está? —pregunto.—Primero un “hola”, ¿No?—James.—Esta bien, la mandé a bailar para que bajará sus grados de alcohol.—¿Qué tan ebria está?—No tanto, pero se ve feliz, más contenta que como había llegado.—No te mando a cerrar el bar porque eres mi hermano e implica que si te quedas sin trabajo, te tengo que mantener.—Eso parece ser una buena idea —se ríe.Ruedo mis ojos y me dirijo a la pista de baile, estaba con un chico y me coloco detrás de ella, el chico me nota, me cruzo de brazos muy serio y le hago una seña para que se vaya, lo cual se va de una vez.—¡Oye! —le grita ella.—No te preocupes linda, yo puedo suplantarlo, no sabes cuánto deseaba que se fuera —se acerca otro chico y tomó Kath para llevarla detrás de mí.—Largo —le digo, él bufa y se va—. Nos vamos —le digo.—No quiero.—No me importa, otra vez estas solucionando tus problemas con alcohol nuevamente.—Eso me importa tanto como yo no te importo a
—La rótula —respondo.—¿Qué? No, la respuesta es la rodilla —se ríe y yo la miro extrañado.—¿En medio de las rodillas, hay una rodilla? Eso no tiene sentido.Ella vuelve a leer el celular y choca su mano con su frente.—Lo leí mal, te di la respuesta dentro dela pregunta —se avergüenza y yo me reí a carcajadas—. No es gracioso.—Claro que no, eso suena muy simple, es graciosisimo. —La miré de reojo y ella fruncía el entrecejo—. ¿Cómo tenía que decía?—¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas?—Las rodillas —respondo.—Ya no sirve que la respondas —hace puchero y se cruza de brazos.—¿Qué tan ebria estás cómo para haber leído mal?—Solo un poco, tu hermano me cuido, controló mi bebida.—¿Te pidió que me dijeras eso para que no me meta con él?—Nop… —dice muy misteriosa.—¿Cuánto bebiste?Ella alza sus manos y en una eleva tres dedos y en la otra eleva uno.—¿Cuatro que?—En cuatro quiero que me folles —pone su mano en mi pierna y me la soba.—Kath…—A menos qu