Me horroricé... ¿él iba a hacerlo... mientras Lewis estaba allí...?

“Oh Dios... ¡No, por favor no lo hagas!”. Traté de suplicar mientras mis brazos permanecían inmovilizados a los lados de mi cuerpo negándole cualquier acceso, no es que sirviera de nada.

“¡Cierra la boca!”. Hubo un gruñido que sonó por toda la habitación y antes de que pudiera decir algo más me arrancaron la ropa. La dolorosa fricción que causó en mi cuerpo hizo que un gemido levemente audible saliera de mis labios mientras el aire frío barría mi carne ahora desnuda, lo único que quedó fue mi simple par de bragas y nada más. Mis brazos volaron hacia mi pecho expuesto mientras intentaba ocultar la única pizca de dignidad que me quedaba. “No te asustes ahora, amor. ¡Le ordenaré que se una, si no dejas de pelear conmigo!”. No había ningún indicio de mentira en su voz y yo sabía que él lo haría si tuviera la mínima oportunidad. Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas mientras bajaba los brazos a los costados, mostrand