Punto de vista de Dylan

Durante la última semana me he portado horrible, en clase he vociferado mis opiniones, he insultado al menos a todo el mundo en cierta medida, no me han importado las consecuencias, y ciertamente no he pensado en ellas. No he visto a Nick desde que fue emparejado, y para empeorar las cosas hoy fue la visita de la realeza.

Oh sí, los hombres lobo y los humanos apareados pasaban cada minuto preparándose para conocer a su majestad real, el rey de los lobos. Los humanos no apareados, sin embargo, preferían clavarse alfileres en los ojos.

"Dylan, baja ya... vas a llegar tarde". Tenía razón, andaba perdiendo el tiempo esta mañana, realmente no me importaba nada hoy, me eché un último vistazo en el pequeño espejo y suspiré cuando mis ojos se encontraron con mi marca recién descubierta. Tenía moretones alrededor de las letras y aún estaba muy sensible al tacto, pero ya se estaba curando.

Bajé las escaleras y me encontré cara a cara con mi mamá, quien estaba atendiendo a Freddie; estaba ayudando a mi hermano a ponerse el abrigo cuando se volvió hacia mí.

"¿Estás listo?". Freddie asintió con su cabecita y me sonrió mientras yo me ponía rápidamente los zapatos.

"Solo recuerda, el alfa ya es bastante malo, Dylan, por favor, por favor no hagas nada que enfade al rey". Mi madre nos detuvo antes de salir por la puerta para decirme algo que llevaba diciéndome continuamente desde hace unos días, era casi como si toda la población humana de nuestro distrito estuviera esperando que hiciera alguna estupidez. "Intenta pasar un buen día". Puse los ojos en blanco pero asentí, incluso yo sé que no hay que presionar al rey, podría matarme en el pasillo como si nada. De hecho planeo mantenerme alejada de él durante todo el día.

"Te veremos esta noche, mamá". Dije antes de que mi hermano y yo empezáramos a caminar hacia la escuela, su pequeña mano apretó la mía fuertemente mientras caminábamos. Por lo general, Nick estaría con nosotros, ya que vive al lado, bueno, solía hacerlo, ahora reside en la casa principal de la manada.

Rápidamente dejé a Freddie en su escuela y observé que le daban el neutralizador de acónito antes de entrar en su edificio haciéndome un pequeño gesto con la mano antes de entrar.

Con mi nueva cicatriz a la vista, y mi figura complementada por la camiseta ajustada que llevaba puesta, caminé por la calle hasta la escuela, di mi nombre y mi curso y recibí la inyección del neutralizador sin ningún problema. El problema surgió al entrar en la escuela.

Caminando por los pasillos me encontré con muchas miradas, algunas de lástima y otras de disgusto. Todos los humanos no apareados de la escuela llevaban una versión de manga larga del uniforme que me habían dado. Todos los lobos y las parejas apareadas llevaban elegantes vestidos hasta el suelo o trajes a medida. Al doblar la esquina, me fijé en una pareja, la que más me llamó la atención de todas porque estaba formada por Arya y Nick, besándose la cara el uno al otro.

"¡Qué mierda!". Nick levantó la cabeza hacia mí mientras sus ojos se abrían de par en par. Él también iba vestido con un traje a medida, una corbata azul marino colgada del cuello que hacía juego con el vestido de Arya. ¿Por qué pasaba esto todo el maldito tiempo? Siempre son mis amigos a los que les lavan el cerebro. Sacudí la cabeza con incredulidad antes de darle la espalda. Escuché sus pasos rápidos detrás de mí al doblar la esquina.

"¡¿Dylan?!". Corrió justo delante de mí, parándome en seco, haciéndome soltar el bolso del hombro y casi haciéndome chocar con él. "Déjame explicarte...".

"¿Te ha marcado?". Casi se le notaba en los ojos, ella lo había marcado, y conociendo como va la vida probablemente hasta se había apareado con ella. "En realidad... Ni siquiera respondas a eso". Recogí mi bolso del suelo con agresividad y me marché furiosa por el pasillo.

"Dylan, escúchame, Erin tenía razón, es muy difícil resistirse a tu alma gemela, y Arya en realidad es buena una vez que la conoces". Seguí caminando, él me alcanzó caminando a mi lado pero no importaba, ignoraba completamente todo y a todos.

"No estoy de humor hoy". Entrar en la clase fue agradable, saludé al señor Foley y tomé mi asiento habitual. Nick suspiró y se quitó la mochila dispuesto a sentarse a mi lado, pero estallé antes de que tuviera la oportunidad. "Los traidores y los idiotas apareados se sientan en ese lado del salón". No lo miré a los ojos mientras señalaba un asiento justo al frente del salón, en el lado opuesto. Sus ojos se agrandaron y volvió a centrar su atención en mí.

"No puedes hablar en serio, Dylan". Le dirigí una mirada vacía antes de sacar mi libro de la mochila, lo coloqué sobre el escritorio y empecé a escribir la fecha en la línea superior. "Me he sentado en este asiento desde que tengo memoria". Lo ignoré, su voz sonaba triste y sorprendida. "¿Dylan? Espera, ¿qué es eso?". Antes de que pudiera reaccionar Nick me había agarrado del brazo marcado y lo había girado para ver las letras. "¡Dios mío! ¿Qué mierda ha pasado?". Aparté el brazo de él y me encogí de hombros mientras seguía escribiendo en mi libro antes de tomar mi botella de agua de la mochila.

"El director pasó, fue mi castigo por hablar en contra de Adrián y Arya. Lo llevo con orgullo". Él solo mantuvo una completa mirada de incredulidad.

"¿Hablaste en contra de ellos?". Me encogí de hombros, qué creía que iba a hacer.

"No es ningún secreto que desprecio este estúpido nuevo mundo y a los chuchos que lo controlan. Tú eras mi amigo, no iba a dejar que te llevaran sin decir nada, aunque eso es exactamente lo que pareces haber hecho. ¡Disfruta de la vista desde tu nuevo asiento!".

"No seas así, Dylan, soy tu mejor amigo, siento lo de tu brazo, pero...", mis ojos rodaron dentro de mi cabeza ante las palabras de mi amigo.

"Cualquier cosa que lleve la palabra 'pero' no es una disculpa, es una racionalización". Tomé un trago de agua de mi botella y mantuve la mirada al frente, ignorando todos sus intentos de tratar de hablar conmigo.

"¿Dylan? ¿Dylan?... ¿Sabes qué? Erin tiene razón, si nos apartas a todos no te quedará ningún amigo". Resopló antes de caminar hacia el asiento vacío y sentarse, podía sentir como me miraba de vez en cuando pero no respondía.

"Buenos días clase, por favor siéntense". Me miró y luego a Nick y frunció el ceño, nunca nos habíamos sentado separados, éramos amigos incluso antes de que empezara el nuevo mundo. Sacudí la cabeza diciéndole que lo olvidara. "Así que... como saben, el rey llegará en poco tiempo, pero hasta entonces las clases seguirán normalmente". Es divertido ver a los profesores con el mismo uniforme que llevas, el señor Foley y su mujer son los mejores. Los profesores humanos y los doctores solo tienen un poco más de respeto que nosotros. Debido al estatus del señor Foley, su esposa y él tienen mejor acceso a comida y bebida. La señora Foley es genial, a veces incluso se asegura de que el señor Foley traiga algo para mí. Sabes, porque soy su estudiante favorita. No es de una manera extraña, es solo que eran amigos de la familia antes de que el nuevo mundo entrara en vigor. El señor Foley y mi padre eran amigos desde la secundaria, así que no hace falta decirlo.

"Todos los humanos emparejados estarán al frente de la fila de cada año de nuevo, después estarán colocados según su posición, Nick, como tu estás emparejado con Alfa Arya, estarás al frente de tu fila. Dylan como has sido marcada...", su voz se cortó mientras me miraba.

"Sí, sí, estaré al final de la fila detrás de todos. Lo entiendo". Resoplé, moviendo mi vista hacia la ventana una vez más.

"Lo siento". Me volví para mirar al señor Foley de nuevo, parecía realmente molesto y esa mirada de lástima no era algo que quisiera ver. Asentí con la cabeza y desvié la mirada de nuevo. "De todos modos, sobre el tema, 'De ratones y hombres', página 64, Nick, iniciamos con la lectura".

"Por supuesto, señor". Nick empezó a leer el libro pero yo me desconecté, hoy va a ser un día largo. Después de casi una hora y media de comprensión lectora, sonó la campana que anunciaba el almuerzo. Salí disparada del salón de clases antes de que alguien pudiera decir algo. Hoy evitaba el drama como la peste.