“¿Por qué él te preguntaría cuál era el plan para después de la batalla?”. ¿Qué pasaba con el interrogatorio? Si él estaba tan interesado, tal vez debería ir allá la próxima vez.

“Él dijo que una vez que haya tomado mi decisión, él me dirá la suya”. Ahora no podía ver nada más que sorpresa y emoción en su rostro. En el poco tiempo que había conocido a Gilliard, podía decir con seguridad y precisión que llevaba sus emociones en su rostro para que todos las vieran. El hombre era extremadamente fácil de leer.

“¿Su decisión de qué?”. Sabía exactamente para qué, él solo quería que mi gran boca confirmara sus sospechas. Definitivamente era un giro en la dirección correcta, así que entendía su emoción.

“Para saber si él y su manada pelearán con nosotros”. Mi respuesta tranquila resultó en que el alfa golpeara su puño sobre el escritorio con puro regocijo.

“¡Lo sabía! Eres un arma absoluta, Señorita Riley. Una maldita leyenda”. Obviamente, su alegría no podía contenerse mientras corría alr