Punto de Vista de Dylan

Había pasado una semana desde que había llegado al campo de la rebelión. Aun así, no había vuelto a poner un pie en el comedor desde mi llegada, realmente no podía hacerlo. Sin embargo, alguien me había estado dando comida, y estaba empezando a sospechar de Lewis, pero no era algo definitivo. Me levantaba de vez en cuando y encontraba una bandeja con algo de comida. Comía todo lo que podía, pero siempre me quedaba hinchada y sobrealimentada. Incluso vomité un par de veces porque comí demasiado. Obviamente, mi ausencia en la tienda del comedor había sido notada.

Probablemente debería volver al doctor para que me dé su opinión al respecto. Tal vez estaba demasiado delgada para las comidas copiosas. No es una idea absurda, recuerdo haber leído algo sobre trastornos alimentarios cuando pensé que Erica podría haber tenido uno, y decía que había que comer menos comida con más frecuencia para recuperar el apetito. Tal vez eso era lo que necesitaba empezar a hacer.