PDV de Dylan

“¿Por qué hueles diferente?”. La voz del Rey retumbó en la habitación mientras volvía a la casa de la manada. M*erda, ¿de verdad olía tan diferente? Tenía que disimularlo, así que me encogí de hombros, pero me estremecí cuando su excelencia se acercó a mí.

“Llevo todo el día en el distrito humano, ¿qué esperabas?”. Mi actitud era bastante frívola y, sinceramente, me sorprendí a mí misma. Sinceramente, no creía que aún me quedarán fuerzas. Sin embargo, no sentí más que pánico cuando el Rey me atrajo hacia su cuerpo e inhaló. Aún sentía esas chispas viles que me subían por la carne, pero debo admitir que habían disminuido. Me pregunto si también habrían cambiado por su excelencia.

“Pensé que ibas a calmar esa actitud tuya. ¿O debo encontrar otra forma de…?”. Prácticamente me susurró al oído mientras me agarraba con más fuerza de la muñeca. Pero lo interrumpí, demasiado preocupada para oír lo que iba a decir. Mi pequeño discurso en el anuncio público del otro día realmente