El rey no debería llamarse a sí mismo realeza por la forma en que trata a sus súbditos. Y lo que es más importante, con la forma en que trata a su pareja, debería tenerla en la más alta estima y asegurarse de que está a salvo y protegida, no ser la causa de su miedo o la razón de su dolor.

Anoche estuve hablando con Jana sobre eso, mi propia pareja, me miró a los ojos y me preguntó si alguna vez le haría algo… no entiendo cómo pudo pensar eso, pero comprendí su pregunta. Ella también estaba asustada, a los licántropos no los pintaban de la mejor manera cuando se trataba del rey y eso tenía preocupados a todos, no sólo a los humanos.

“¡Mejor cuida lo que dices, hijo, guárdate tus pensamientos, lo que el rey o yo le hagamos a esa chica no te concierne!”. Me ladró y se acercó más a mi tenso cuerpo. “Somos superiores, no importa el título que ostente, siempre será humana”. Se volvió hacia Dylan que frunció el ceño y abrió la boca para decir algo solo que me puse delante de ella una vez