Gianna

Los tres hombres me sonríen alegremente, no es la primera vez que se encuentran con la maldita de mi cuñada que ahora le agradezco a la diosa Luna permanezca bajo tierra. Desde que me vio supo que yo no era un ser humano, por eso mostró tanta resistencia y desprecio.

Quién sabe desde hace cuánto se reunía con ellos.

Trato de mantener la compostura, algo muy complicado cuando los ojos de James parecen atravesarme completa. No sé si él siente la atracción de mates que antes nos unía, particularmente lo veo como un licántropo cualquiera, sin ninguna atadura.

No debo olvidar que él sufrió mucho cuando lo rechacé, su pecho y alma arderion de dolor al pronunciar palabras que ningún licántropo quisiera oír de su otra mitad, del amor de su vida. Yo no sentí nada, era como decírselo a alguien cualquiera.

Posiblemente la conexión no se rompió por completo, algo siguió conectándonos sin que yo me diera cuenta.

No hace falta recurrir a mis inexistentes instintos licántropos para perci