Gianna es tan testaruda que seguir discutiendo con ella me provoca dolor de cabeza, pero eso no es sinónimo de que me aleje de ella, hasta me atrae el doble.

¿Cómo hace eso? Provocarme enojo y una dura erección al mismo tiempo.

Es sexi, y eso mismo se engrandece al ver esas muecas de disgusto o enojo, simples actos que me invitan a follar ese fuerte y escultural cuerpo hasta verla respirar con dificultad.

Me alejo unos cuantos metros de su cuerpo para controlar mis ansias de volver a sentir esa suave y caliente piel contra mi lengua y manos, por más que trate de resistirme esta necesidad de tenerla debajo de mí me controla.

Mi tío llega justa a tiempo, no es fácil permanener encerrado en una oficina con la mujer que amas y que controla tus impulsos más salvajes esperando a una persona cual hora de regreso no tienes idea.

Por más que desee mantenerla en mi cama el resto de la noche y madrugada, mi enfado era mayor que mis impulsos gracias a la loca idea que se le vino a la mente.