Punto de vista del autor.—Bueno —reflexionó Romí en voz alta—, odia a los niños. Odia ensuciarse y ensuciarse con la gente pobre… Creo que, si somos ruidosos, desordenados y estamos encima de ella…—Se va a enojar mucho —completó Sofía.—Exactamente. —Romí estaba de acuerdo—. Y solo tenemos que asegurarnos de que papá esté allí cuando ella lo haga. —Pero ¿cómo podemos asegurarnos de que todos estaremos juntos de nuevo? —preguntó Kanu—. Mamá claramente no quiere estar cerca de papá. —Si puedes manejar a mami —comenzó Romí—, puedo manejar a papá.—Podemos hacer esto —comentó Adán—. Nosotros solo tenemos que trabajar juntos. ¿Trato?Los cuatro cachorros se miraron antes de asentir con la cabeza. —Trato. ****—No puedes esconderte para siempre, Selene —le dijo Bella con naturalidad. Su voz sonaba distante por teléfono.—No para siempre.Selene estaba de acuerdo. Le habló en voz baja y esperó a que los cachorros estuvieron demasiado distraídos para prestar atención. —Solo hasta que
Punto de vista del autor.Dante volvió su mirada a Eliza. Una sensación de triunfo se construyó en su pecho.«Mami… Justo como pensé. Después de todo, claramente estos no son los cachorros de Bella».Si Eliza se dio cuenta de que su hija acababa de revelar su engaño, no lo demostró, ni siquiera lo miró, porque toda su atención estaba en su cachorra. Cruzó la cocina, levantó a la niña y tarareó con simpatía.—Pobre bebé, has tenido demasiada emoción esta semana.La niña lo observó con los ojos muy abiertos y se acurrucó más cerca de su madre, pero también con una curiosidad inquebrantable.—Hola, pequeña —la saludó Dante con calidez y, por instinto, se acercó—. ¿Cuál es tu nombre?Los brazos de Eliza se apretaron alrededor de la niña cuando él se acercó, demostrando aún más sus instintos maternales.—Soy Sofía.La cachorra bostezó, descansó su mejilla en el hombro de Eliza y lo contempló atenta.—Lo siento si tu mami y yo te despertamos, Sofía —se sinceró. Deseaba con desespero acercar
Punto de vista de autor.El bajo profundo de Dante resonó en sus oídos; envió escalofríos por su columna e hizo que sus rodillas temblaran. Al principio se dijo que solo lo imaginó, pero luego el silencio palpable que se cernió entre ellos se volvió demasiado pesado para negarlo. Imagenes de aquel dia doloroso que marco todo su existencia, aparecieron frente a sus ojos.Un dolor punzante atraveso su pecho y tuvo que luchar para no derramar ni una solo lagrima.Ella no queria que el sospechara por su cambió de ánimo, asi que suspiro y trató de actuar con indiferencia.—¿Quién es Diana? —preguntó sin molestarse en darse la vuelta.—¿De verdad vas a seguir jugando este juego? —Sonó tan enojado como nunca lo había escuchado. —Estoy segura de que no sé de lo que estás hablando. —Clavó sus talones.—Como si no supieras lo que pasó la última vez. —Arrastró las palabras.Sus pasos se acercaron.—Ya te lo dije, te caíste —le recordó, decidida a ceñirse a su historia a toda costa.Lo último q
Punto de vista de autor.—Por supuesto que no —negó—, pero estoy diciendo que te vendrían bien algunos buenos golpes en la cabeza si aún crees que esto es apropiado.Dante se acercó sigilosamente, se elevó sobre ella y adoptó una mirada lasciva. Se veía tan peligroso en ese momento que cada instinto lobuno que poseía Selene le rogó que se rindiera. Por fortuna, Bella pareció sentir su débil determinación. —Bueno —interrumpió su amiga—, ¿por qué no nos vamos todos a la cama antes de decir algo de lo que nos arrepintamos? Podemos retomar esto en la mañana.Selene miró a Dante y se dio cuenta de que no quería dejar de pelear. Estaba claro que él tampoco. Se divertían demasiado. Al mismo tiempo, sabía que en cada instante que mantuvieran eso era una amenaza para ella. Necesitaba deshacerse de Dante más temprano que tarde.—Acordado. —Y Selene se giró hacia el dormitorio.Dante nunca estaba de acuerdo con ellos.Sintió sus ojos en ella hasta que cerró la puerta a su espalda. No necesitaba
Punto de vista de autor.A pesar de su fanfarronería, Dante, realmente le dolía la cabeza después de resolver la terrible experiencia con Jane y la reportera. Selene estaba tan agradecida de que hubiera intervenido que ni siquiera se quejó cuando él le dijo que se iba a acostarse un rato, aunque aún podía escucharla hablando en voz baja con Bella después de que cerrara la puerta.—¿Qué pasó? —susurró Selene.—Es como él dijo —respondió Bella—. El médico dijo que sería mejor si se quedaba aquí para descansar unos días. No confío en que Dante de verdad descanse si se va a casa.—Eso es una tontería —siseó Selene—. Dante debe haberle ordenado al doctor que dijera eso.—Si lo hizo o no, en serio no importa —argumentó Bella en voz baja—. Él es el príncipe alfa heredero, un Alfa real o como le quieras llamar la cosa es que pertenece a la realeza. No podemos refutar sus órdenes ni las del médico. Solo tenemos que hacer las paces con eso.—No puedo tenerlo aquí con los niños —murmuró Selene n
Punto de vista de autor:Mientras sus cachorros corrían por la habitación y se abalanzaban sobre Selene, no pudo evitar reír cuando la derrumbaron debajo de ellos. Luchó e hizo remover los tres cuerpos, que se retorcían y daban lo mejor que podían al pinchar sus costados, haciéndola retorcerse en las baldosas con salvajismo.,Una risa cálida y profunda le envió un tipo muy diferente de calor a través del cuerpo suena. Sonó sobre ellos. Lo siguiente que supo fue que Dante se inclinó para levantarla del suelo; la arrojó sobre su hombro y la reubicó en la sala de estar.Aunque se puso de pie cuando llegaron allí, la sensación de sus poderosas manos sobre su cuerpo hizo que sus rodillas se sintieran débiles, por lo que tuvo que estabilizarse con una mano en su brazo cuando aterrizó.Los niños habían seguido, por supuesto, y ahora los miraban con patas extendidas en amenaza. Se abalanzaron en unos minutos sobre ellos. Antes de que Selene se diera cuenta, los cinco corrían por el apartament
Punto de vista de autor:¿Casarse con Jane? Eso no era posible. Dante nunca tuvo algún interés en Jane, era su padre que insistía en que se casara con ella, pero nunca lo hizo. Solo quería obtener todas las respuestas que pudiera, y quizá de su pareja en ese momento. No obstante, hasta entonces tenía que concentrarse en simplemente hacerla admitir su verdadera identidad. Solo entonces podía llevarlos a sus cachorros y a ella a casa, donde pertenecían.Cuando regresaron al departamento de Bella, los niños rogaron salir en una aventura, con Sofía sugiriendo el parque de diversiones cercano. Selene estaba muy feliz de tener una excusa para sacar a los niños de la casa y alejarlos de él, así que accedió de inmediato. Por supuesto, estuvo menos complacida cuando los cachorros se volvieron hacia él y le preguntaron si también iría.—¡Él no puede! —gritó ella demasiado rápido. Se sonrojó y luego modificó sus palabras—. Estará en cama. Necesita reposo.—La verdad me encantaría ir —la corrigió
Punto de vista de autor.Sofía, Adán y Kanu se arrodillaron en la parte trasera del bote con forma de cisne que los transportaba por el río lento, el cual serpenteaba a través del túnel oscuro, riéndose de emoción mientras espiaban a sus padres. A pesar de la oscuridad que los rodeaba, sus agudos ojos de lobo podían distinguir los cuerpos de sus padres a través de la penumbra y vieron que Dante estaba a punto de besar a Selene.Esa era la oportunidad exacta que habían esperado.—Sofía, eres un genio —susurró Adán.—Gracias. —Su hermana esbozó una sonrisa amplia.No sabía por qué existían esos paseos tontos, pero, ciertamente, estaba contenta de que existieran. Era tan romántico con los barcos acogedores y las suaves canciones de amor a todo volumen que sonaban de los altavoces del techo. En este mismo momento, una estrella del pop cantaba sobre cómo había muerto todos los días esperando a su amante, y la cachorra no pudo evitar pensar que mamá había esperado mucho tiempo a su papá, al