Los siguientes días nadie supo ninguna novedad acerca de Mayra, por lo que Agustin simplemente le escribió un mensaje de texto preguntando si se encontraba bien, pues de alguna manera se preocupaba no solamente por ser la mejor amiga de su esposa, sino porque día a día se acompañaban y sobrellevan la situación de Mónica.Habían pasado casi 15 días y no había habido ninguna mejora respecto al estado de salud de Mónica, por lo que Agustin contrató a alguien quien se hiciera cargo de ella, pues había decidido poner en marcha el proyecto de Mónica, lo que haría al menos sentirse bien consigo mismo. —Joven Agustin, ya tenemos casi listo lo que pidió. La construcción está en un 90%, pensamos que íbamos a demorar más, pero contratamos más obreros para que aceleren el proceso y nos dio resultado y creo que el próximo mes ya se estará terminando con todos los detalles que aún faltan. —Muy bien, gracias Jose. Por tu lado Patricio, como va las documentaciones respectivas y los permisos. — Va
Camino al hospital, Agustin seguía perturbado por aquel sueño que creyó que olvidaría, a pesar de que Lybia ya no pertenecía a este mundo aún sentía en su pecho un dolor profundo de no haberla salvado cuando eran chicos, es verdad que en ese tiempo sólo era un niño, pero jamás olvido esa sensación tan abrumadora cuando sus padres llevaron a Lybia al extranjero para poder salvarla, pero, sin embargo, poco o nada pudieron hacer por ella. Agustin trató de alejar esos malos recuerdos y ahora solo su enfoque era Mónica, no tenía sentido seguir culpándose por lo que ya pasó se dijo a sí mismo. Pronto llegó al hospital y por ende a la habitación de Mónica, donde encontró a Leonardo frente a la cama de Mónica. — Buenos días tenga usted Señor Ariza, saludo Leonardo tranquilamente. — Buen día, esto… ¿Dónde está mi esposa? — ¿Eh?, ¿acaso no lo sabe?, pregunto extrañado Leonardo y al ver su cara de desconcierto dijo— Su esposa ha despertado—. — ¿Cómo? ¿Cuándo?, ¿Por qué nadie me informó na
Con intención de no darle más importancia a ese asunto Mónica intentó no pensar, por lo que pidió a Agustin que vaya a casa, que se sentía cansada y quería dormir. — Descansa, volveré mañana. Con estas palabras Agustin se despidió saliendo de la habitación con un extraño sentimiento. ¿Acaso Mónica no quería verlo más?, pensó de la nada. ***Por más que intentó dormir, Mónica no logro conciliar el sueño, hasta que en su teléfono recién cargado ingresó una llamada de un número desconocido. — Hola?, contesto dubitativamente Mónica. — Hola Soy Yo, Leonardo. ¿Cómo está la sobreviviente?, pregunto con un tono de alegría.— Ésta sobreviviente no puede dormir gracias a la llamada de alguien, se quejó Mónica en tono de burla. — Jajaja, perdón perdón. La próxima llamaré en la madrugada cuando estés despierta.— Jajaja, tú crees?, yo creo que a esa hora estaría soñando felizmente. — Vale, vale mejor iré a visitarte pronto. — Eso estaría mejor. — Hablando en serio, dime cómo estás. — Bu
Pronto Mónica fue dada de alta, y fue llevada a casa donde a su llegada encontró una enfermera para su especial cuidado, ya que por la perdida de fuerza que había sufrido tuvo que permanecer en silla de ruedas por un tiempo por indicación del médico. Por otra parte, se enteró de las acciones que tomó Agustin por su causa lo que hizo que de alguna manera se alegrara dentro de su corazón además que una parte de ella estuvo en calma a causa de que ya no habría más peligro en el futuro, aquellas personas que le hicieron daño recibieron su lección y entendieron que no debían causar más problemas. Llegó el invierno y con ella la nieve y las frías brisas por lo que las chimeneas calentaban la casa manteniendo caliente el ambiente frío que circulaba allá afuera. Los días así fueron pasando mientras que dentro de la Villa Luxury, Mónica trabajaba arduamente para la apertura de la Nueva Corporación que llevaría por nombre AyzaBell, por su parte Agustin había trasladado su centro de trabajo a l
Mónica a pesar de las francas advertencias muy pronto dejo de pensar en ello y solo volvió a su habitación a descansar, ya que se la había pasado trabajando sin parar. Agustin por su parte recibió en su oficina a Leonardo. — Leonardo, dime que se te ofrece o en que puedo ayudarte. — Bueno, en realidad quise solucionarlo por mi cuenta, pero en verdad se me hace muy difícil más aún porque no conozco muy bien a los de Ciudad Celeste y la verdad me ayudaría mucho a encontrar a una persona ya sabe, usted conoce a mucha gente importante y esto es muy importante para mí. — ¿De qué se trata?Verás, hace muchos años una pequeña niña salvó mi vida, desde entonces no olvide y quise agradecerle de alguna forma, ya que si ella no hubiera actuado en ese momento quizás yo no seguiría hoy aquí. Investigue sobre la Corporación Clemente, pero sé que fue disuelta y bueno lo único que sé de ella es que pertenecía a esta familia además tengo esta fotografía que pude conseguir de aquellos años. Agust
Fueron largos minutos en que se contemplaron mutuamente, calentando una vez más sus dulces corazones que se emocionaban con cada momento romántico que tenían entre ellos sin querer romper aquel momento mágico Agustin tomo a Mónica nuevamente entre sus brazos a lo que Mónica solo se aferraba con fuerza hacia el pecho de Agustin sintiendo los latidos que retumbaron en sus oídos, en ese momento levanto la mirada viéndolo imperturbable, pero simplemente su corazón era una historia distinta, sus emociones se habían desbordado sin querer lo que hizo sonreír de alguna manera a Mónica, pues aquel hombre que parecía frío y temible ante los ojos de la gente era muy distinto cuando se trataba de ella, ante sus ojos era atento, cauteloso, tierno y en su mayoría de las veces muy dulce esto era lo que mayormente sus días estén plagados de días felices y románticos para ella Agustín era un hombre como ningún otro siempre anteponiéndola ante cualquier circunstancia, alguien que perdía el control si
Al despertar el corazón de Mónica estaba en apacible estado, sonriente y feliz de haber resuelto sus infundadas dudas.—Buenos días, Cariño. ¿Todo bien?, ¿te sientes incómoda en algún lugar? Preguntó Agustín rodeándola con sus fuertes brazos mientras dejaba un beso en la frente de Mónica. —Estoy, bien no debes preocuparte. Quedémonos hoy en casa, pidió Mónica no teniendo las intenciones de salir. —Bien— De esa manera se quedaron hasta altas horas de la mañana acurrucados entre las sabanas jugueteando entre ellos causando una guerra de cosquillas escuchándose risas por doquier, cuando ya se hubieron cansado de aquellos juegos ambos fueron directamente a la ducha, ya que el día anterior se quedaron irremediablemente dormidos. Agustín llevó a Mónica ayudando a lavarse y aunque no era la primera vez, sentía que cada centímetro de su cuerpo era realmente perfecto con esa piel blanca y suave entre el correr del agua tibia de ducha sucumbiendo ante el latente deseo del amor entregándose
Pronto llegó el invierno así como se acercaba las festividades más alegres como son las fiestas de Colores que se celebran cada año. Las calles adornadas por colores llamativos indicaba el inicio de la fiesta más grande celebrada en Ciudad Celeste, la música y baile, se esperaba con ansias a la media noche lo que hacía que todas las empresas cierren temprano sus operaciones para que toda familia, grupo de amigos vaya con antelación a la plaza principal de la ciudad donde era el punto de encuentro para celebrar y aligerar los pensamientos de tantas preocupaciones o tensiones. Por su parte Agustín y Mónica también se preparon y lucieron sus trajes más elegantes, ya que era sabido que en estas fiestas los CEO más importantes de todo rubro se juntaban en una fiesta especial porque era una forma de afianzar sus relaciones comerciales o de otro modo relacionarse para seguir creciendo en sus futuros proyectos de sus empresas. — ¿Es necesario ir a la dichosa fiesta?, preguntó Mónica con a