Del colegio llegue directo a casa sin escalas aunque estaba tentada a ir a turistear, no conozco muy bien esta nueva ciudad y siempre que llegaba a una nueva ciudad me encantaba visitar lugares cercanos a mi casa como parques y plazas, pero prefiero regresar a casa y visitar algunos lugares luego.
-Como te fue en el colegio mi amor?- me preguntó mi madre muy pero muy emocionada.
-Bien mamá, fueron amables conmigo, creo que tengo amigos nuevos
-Me da gusto que mi niña se sienta cómoda en tu nueva escuela. - Mi madre sonrió y eso me hizo feliz
Fuimos a almorzar, me di un baño y de hay me dormi un rato, despues me desperte ha hacer mis tareas no me gusta que se me acumule.
Ya era de noche y me preparaba para dormir cuando sonó mi celular.
*-Espero la ayas pasado bien en tu primer dia de clases ?-* Me sorprendió el mensaje ya que el número dice desconocido.
*-Gracias-* Respondí, si no conosco el numero lo mejor es no escribir más
*- por que eres tan fria amiga?-*
*- Quien eres?-* Le respondí confundida.
*- soy Martha-* respire profundo, así que era ella.
*- perdón Martha solo que no he registrado tu numero, me la pase de maravilla gracias por hacerme parte del grupo-* un poco de hipocresía no esta de mas pense
*- nos vemos mañana amiga te mando la ubicacion de mi casa por gps y te agregare a nuestro grupo de de chat-* Me asusta lo rápido que conseguí amigos, quizá debería de ir más lento ya que somos de mundos totalmente diferentes, pero nunca suelo hacerle caso a mis presentimientos aunque me griten a mi subconsciente, soy muy buena ignorándolos por eso me meto en problemas siempre..
*- hasta mañana -* Respondí a pesar de que quería inventar una excusa para no ir.
Deje el celular en silencio en mi mesita de noche ya que no dejaba de sonar, decidí ignorar cada notificación que llegara.
Me meti a mi cama con la esperanza de volver a soñar con él y así fue soñé con mi sexy desconocido.
Estaba en unas albercas, al parecer eran de una de esas casa de ricachones, no había nadie al principio me pareció extraño solo estaba yo asi que decidi quitarme toda la ropa la cual deje tirada aun lado de la alberca, siempre desee nadar desnuda.
Más de media hora nadando cuando sentí la mirada de alguien bien pesada puesta en mi, sentia que me miraban con profundidad y con deseo
Cuando me dirigí a ver de quien se trataba qué era esa mirada tan profunda algo extraño pasó.
Sonó mi despertador.
Rayos como es posible sentir tanta frustración, ya no resisto mas de verdad quiero saber quien es ese hombre, quiero saber porque a pesar de ser sueños no puedo sacarlo de mi mente, y siempre que sueño con el termino empapada.
Me metí a bañar y no dejaba de pensar en esos dos sueños. -cómo es que esos sueños se sientan tan reales - dije para mi, mientras cerraba los ojos y miraba esos hermosos ojos verdes que me hipnotizan sin piedad y esos labios que me arrancan el aliento.
Al recordar mi primer sueño la piel se me puso de gallina, ese hombre me tomó como si supiera lo que hiciera a la perfección, mi piel estallaba de deseo por él como deseo que el sueño continuara, que el se adentrará a lo más profundo de mi ser y lo moviera sacandolo y metiendolo en mi.
Empecé a recorrer con mis dedos cada zona donde él me toco y beso y no pude evitar excitarme de nuevo, sus hermosos ojos verdes me perturban, los veo en todos lados pero ninguno de los que he visto son los de él, mientras mis dedos me recorren solo lo veo mirándome.
-ahhh - estoy tan moja**da.
-que estoy haciendo necesito distraerme- decidí bañarme de una vez y salir de ahí antes de que terminara dándome placer yo misma, quiero su hombría en mi no mis dedos..
Cuando tomé mi celular nunca había visto tantos mensajes en mi vida más de 100 mensajes de ese grupo de chat. Mi mirada solo se dirigió a uno.
*- hola amiga buenos días esta es mi ubicacion espero y puedas venir aqui te esperamos a las 11 de la mañana para desayunar juntos-* Era un mensaje de Martha
Pensé en decirle que no iría cuando empecé a escribir me llego otro mensaje
*- no soy de las que aceptan un no así que mueve tu trasero y ven aquí a por cierto soy Hilda.-* me reí ¿Dónde quedó la niña tierna que me pareció ayer?
Mire la hora eran las 10 de la mañana, no alcanzare a llegar a la ubicación es al otro lado de la ciudad me apure a alistarme y solo me amarre un chongo, no me quise vestir muy elegante así que tomé el primer cambio de ropa que vi, nada extravagante algo mas a mi estilo.
Tomé las llaves del carro de mi padre, por suerte siempre me lo prestan y salí a toda marcha.
No lo podía creer mientras más me adentraba a la ubicación que me mando Martha las casas eran más grandes y más hermosas y lujosas.
Llegando al punto marcado en el gps llegue justo a las 11 -woou nuevo récord- dije para mi, la verdad es que si esta re lejos, ¿como no si yo vivo del otro lado de la ciudad?
Cuando me bajé del auto no pude evitar mirar esa enorme casa era 3 veces más grande que la mía, que tres 4 veces.
Estaba en la puerta cuando escuche la voz de las chicas
-Elizabeth que bueno que has venido pasa- Dijo Martha
Me quedo afuera por un rato aún no estoy decidida en si entrar o no...
La casa es enorme, típica casa de niños ricos, aunque creo que esa casa ya la había visto antes quizá en mis sueños...
Ella se me queda viendo y decidi entrar…
William Otro día más de aburrición, me gusta cuando viajo ya que no me preocupo por cosas familiares. Hoy me levanté a las 6 de la mañana, llegue de mi viaje a eso de las 2 o 3 de la madrugada, nadie se dio cuenta de mi llegada todos piensan que llegare después de medio dia pero mi vuelo se adelanto, desgraciadamente, me puse mi ropa para correr, corrí como 2 horas y llegué a mi casa, la mujer de servicio ya preparaba los batidos verdes. Irónico, a mi me encanta todo lo verde: batidos, tés y de mas mi favorito es el té de hierbas, pero a mi hermana no y eso que somos mellizos, pero en los gustos por algunas cosas somos tan distintos. -Hola, buenos días Gilia.- Salude con gentileza a la mujer de servicio, ella es joven como unos 4 años mayor que yo, su mamá solía hacerse cargo de la limpieza y cosas de la casa, pero está enferma y desde entonces ella trabaja en la casa. -¿Hola joven que tal durmió?- dijo ella, con una linda sonrisa, ella siempre es muy amable y tiene un buen nov
Como él me ve siento que lee mis pensamientos y de cierta manera me asusta. -He traído el desayuno huevos rancheros con chilaquiles y zumo de naranja- dijo la cocinera, haciendo que mi concentración dejará de estar en esos hermosos ojos verdes que me devoran hasta el alma, la muchacha sirve nuestros platos y yo veo que hasta para comer huevos rancheros lo hacen con estilo, la comida está acomodada muy bien en el plato que da miedo moverla aunque sea un poco. -Gracias- dijimos todos ahora sí me he convertido poco a poco en lo que más odio; en un robot, Ell la robotina me llaman. -De nada chicos buen provecho- dijo la muchacha de servicio con una radiante sonrisa, ella se ve linda y tierna, como si fuera poco se ve que es educada Distraje mis pensamientos y volví a ver mi desayuno, se miraba delicioso, aunque no tenía mucho apetito y menos con él frente a mí, todos empezamos a comer, mientras yo solo luchaba para no jugar con mi comida y comer todo. -¿Me pasas la sal?- me pregunto
Todos corrimos a la cocina… Aunque a los hombres no les agrada mucho la idea de estar en ella. -¿cómo te has sentido en la nueva ciudad? me imagino que ha de ser muy difícil para ti adaptarte a una nueva ciudad, rodeada de gente nueva por conocer - me preguntó Hilda, por alguna extraña razón la dulzura de Hilda me parece asombrosa, además ella es un poco callada -Muy bien, he tenido algunas sorpresas, pero me gusta esta ciudad y mucho- dije mientras el rostro de William pasaba por mi mente. Se oye el bostezos a la par de David y Hector, no se si estan aburridos con mi plática o con el hecho de estar en una cocina con nosotras -Chicas nos vamos esto de cocinar no es lo nuestro - Dijo Hector, el me sonrió, pero lo pase por alto. -Claro nos vemos mañana en el antro- dijo Martha despidiéndose de David con un dulce beso en los labios. Lo sabía ellos dos tienen algo se les nota a kilómetros. -Adios chicas- dijeron al unísono David y Héctor. Solo sonreí, no puedo evitar imaginar
Después de que el silencio reinó por algunos minutos al fin hable, que al parecer era lo que ella quería, que elogiara su cuarto, así que mis elogios no se hicieron esperar -Tu cuarto es increible amiga no sabia que te gustaran estos grupos musicales- dije mientras más miraba sus gustos me parecía menos una tonta niña rica y estirada, es como si pudiera ver solo en su cuarto mucho más de allá, de lo que ella aparenta para los demás, no se por que me gusta esta parte de ella es diferente a las demás ricachonas que conozco -Claro amiga hay muchas cosas de mi que no sabes- Dijo ella emocionada, me gustaria saber como es la verdadera Martha la cual actúa sin máscaras. ¿-Como cuales amiga?- dije si ni siquiera pensaba que quizá mi pregunta le incomodaba, pero ella no se molestó sino al contrario ella sonrió y me vio con una mirada indescriptible. -Bueno te diré solo, me guardas el secreto... tengo un cadáver bajo la cama y un hombre encuerado en el armario, amarrado de las manos - hub
** William Abro la puerta y la veo totalmente desnuda frente al espejo, es realmente hermosa sin duda. O por Dios es la vista más hermosa que he visto en mi vida su cuerpo es exquisito sus nalgas bien paradas y sus pechos en un tamaño perfecto sin pensarlo mucho sé que encajaría perfecto en mis manos, quiero tocarla, quiero hacerla mía ya. Me mira asustada, o quizá desea lo mismo que yo. -haaa!! ¿Que haces acaso no sabes tocar?- dijo ella pareciendo estar molesta - claro que sé tocar, pero debes de recordar que esta es mi casa y no anda nadie posando encuerada en mi casa- dije viendola de arriba abajo, ella se tapó los pechos con una mano y con la otra su V**** **Ell -¿encuerada?- O rayos me he quedado distraída tanto con este hombre que no me di cuenta de que estaba totalmente encuerada, me tampoco con mis manos mi pecho y mi vag*** -¿Podrías pasarme la toalla?- dije con voz chillona, pero él no dejaba de verme. - Porque haría tal cosa si la vista es tan excitante- dijo mi
** William Salí de mi casa lo más rápido posible, el hecho de estar cerca de ella me hace descontrolarme, aun no comprendo por que la deseo tanto si la acabo de conocer, quede de verme con Miriam así que me dirijo a su ubicación. -Hola querido llegas temprano- me saluda con un abrazo y un beso en la mejilla Esta mujer siempre me habla bonito, es incómodo a veces pero no deja de ser mi mejor amiga, así que la dejó se de vez en cuando. - Hola Miriam como has estado ¿qué tal tu viaje?- Le pregunto, por lo general ella casi siempre sale de viaje al igual que yo pero cuando nos reencontramos la pasamos de maravilla, creo que ambos nos entendemos después de todo es mi mejor amiga, ella rompe con esas creencias de que un hombre y una mujer no pueden ser amigos.. -De maravilla he conocido Roma es un lugar super interesante- ella siempre ha querido ir a Roma desde que éramos pequeños, me da gusto que esté cumpliendo poco a poco sus sueños. - Muy bien amiga me alegro por ti, se que me hab
** William Ella dijo que sus hermanos no me molestaría, pero lo que ella realmente quería saber era qué pasó en la plaza a la que fuimos antes de venir a su casa, creo que mi amiga es medio chismosita. Pero no la juzgo hace algunos meses que no nos mirábamos y ponernos al dia no entra en discusión no hay de otra - vamos cuéntame que paso con esa mujer que casi me golpea- dijo sonriendo, ya que ella es capaz de tumbarle los dientes a quien sea. así que no se iba a dejar intimidar por Sara - ¿Qué cuál mujer?!- Entré a su casa y ella me dio un vaso de agua de naranja. mientras yo fingía no saber qué era lo que ella quería saber. - Si seras, la mujer que nos topamos en la plaza, Sara creó la llamaste- dijo ella tomando asiento en el gran sofá de la sala y mirándome feo. Camine hasta ella y me sente a un lado. - ¿A ella? - Dije con desinterés.. - ¿Qué hay con ella?- Le pregunté a Miriam Ella me vio como diciendo William deja de ser idiota y habla ya.. Ella puede decir tantas cosas
**Ell** Después de salir de la casa de ellos me fui a la mía, solo Martha me acompañó al auto de mi padre, aunque en el fondo, no comprendía que acababa de pasar con William ¿Por que me deje llevar con él? yo no soy así, ni siquiera un poco, a de pensar que soy una chica fácil, pero con el es tan imposible resistirse, pensaba contarle a martha, pero no lo hice, no creo que sea buena idea que ella sepa que otra de sus amigas babea por su hermano, además aquien engaño el no toma en serio a nadie, creo que solo me convertiré en una más y no quiero eso para mi. Llegué a casa y pensé para bajar del auto, hasta que me decidí tomé aire profundo y entré a casa. -Elisabeth al fin llegas ¿donde has estado?- mi madre estaba preocupada por mi, creo que dure mucho en casa de Martha -haciendo amigos mamá- dijo con una sonrisa aun que creo que a mi respuesta le faltó agregar y algo mas -¿Y este vestido?- me vio de pies a cabeza. es verdad ella no conoce de dónde saqué este vestido -Ya se es mu