Alcohol.

Si, alcohol. De todas las cosas que podía pedirla Xana para relajarse, le había pedido bebida y pues White… no estaba muy de acuerdo. Cuando las lobas tomaban eran realmente un dolor en el trasero, y los humanos no se quedaban atrás, tenía que ser sincero, pero el… «a mí no me vas a decir que hacer o no hacer como si fueras mi dueño» que le había soltado Xana tras él darle la sugerencia de no hacerlo, había hecho que algo dentro de White latiera incómodo.

Xana era demasiado dominante, más de lo que aparentaba, e independiente, dos cosas que juntas eran letales para un lobo alfa.

No sabía en qué momento estaba caminando, con el ceño fruncido en dirección a la terraza de la casa donde estaba Xana… con una botella de vino fuerte en la mano. Si ella quería tomar que tomara, pero que no contara con él. Eso se decía, pero al llegar se dejó caer sentándose en el borde de madera del suelo, al lado de ella.

-No te vayas a emborrachar, no sé cómo controlar a quienes lo hacen.

Xana lo m