Camila Miro un rato el cielo mientras pienso que por dentro estoy rota y sin vida. Después de observar a mi alrededor ya no sigo en el balcón, decido caminar hacia adentro y sentarme a su lado de otra vez. Otro día aquí con mi Darcy extrañando sus ojitos verdes y su linda sonrisa, todo se ha vuelto una rutina a la que no me acostumbro y no me quiero acostumbrar. Mi móvil suena es de un número desconocido atiendo la llamada. —Buenas tardes, señorita Camila Orellano. —Buenas tardes dígame. —Le hablo de la agencia inmobiliaria Nueva York, para decirle que ya está listo el penhouse frente al central Park. Cuando pueda usted o el joven Ignacio pase buscando las llaves. El apartamento lo había olvidado; que mi novio hizo la compra y que estabamos esperando que se lo entregaran. —Mi novio tuvo un accidente, yo la retiraré. —Esta bien después de todo usted es la única propietaria. —¿Única propietaria? —No mi Darcy, no pudo haber sido tan loco para comprar ese apartamento a mi nombre
EliorLlegamos al aeropuerto yo visto traje y corbata y mi prometida un vestido largo con un collar de oro, decidimos vestirnos lo más elegante que pudimos hoy… porque vamos a conocer en persona a la presidenta Isabel del grupo Besnier.Pasamos hacia la pista, en nuestro auto, nos dejaron entrar a pesar de que es privada porque ella avisó que la estábamos esperando…Ya había una limusina blanca con otro auto negro detrás ella, estuve hablando con el conductor que es el señor Mario de la mansión, él vino a esperar a la presidenta con los de seguridad para trasladarla a la residencia de Nueva York, después de ir a la comisaría. También hay algunos reporteros esperandola…Veinte minutos después un Jet privado aterriza en la pista, desciende cuatro hombres de traje oscuro primero y detrás de ellos viene bajando una señora alta, delgada parece de uno treinta y cinco años o menos, no sabía que la madre de Ignacio Lucia tan joven, lleva puesto un vestido negro y un collar de perlas blancas,
Después de cenar hablo un rato por teléfono con mi madre, ella ahora me llama todos los días y siempre me pregunta por Ignacio. Me dice que está orando mucho por sus recuperación.Me lavo los dientes y me despido de mi novio con un pequeño beso en los labios, revisó que las cobijas cubran bien su cuerpo y me acuesto en el sofá, miro un rato el techo porque últimamente me cuesta conseguir el sueño.Hasta que tocaron mi brazo, al despertarme pude mirar que son los hombres que estaban en la puerta de la habitación. Los que dejaron Elior y Bradley.—La presidenta está aquí y necesita hablar con usted, —aviso el hombre frente a mí, me levanto de inmediato recojo mi cabello y cuando salgo de la habitación, ella está ahí de pie con sus escoltas los mismo que estaban ese día en París cuando hablamos, viste como la última vez muy refinada.Me mira de arriba abajo y lo primero que dice por su boca es:—Tú, tienes la culpa de lo que le pasó a mi hijo. Si te hubieras alejado de él cuando te lo ex
Miró a Ignacio y él sigue dormido tan lejano de esta realidad, su rostro cada día está más delgado, desearía tanto que despertara sacarlo de ese coma.Observo a su madre, porque está vez no es un sueño como el de esta madrugada la presidenta Isabel está frente a mí, con su imponente presencia.No sé que pensara de mí, yo me coloque lo primero que encontré un jean azul, un sencillo abrigo y mis converse blanca y sujete mi cabello en una cola de caballo, lo único que aplique fue un brillo sobre mis labios. Se me olvidó colocarme unos aretes de fantasía que tengo. Alza sus cejas y me observa, sin ningún rastro de amabilidad.¿Alguna vez has sentido que harías lo que fuera por la persona que amas?Rebajarte hasta tocar fondo…Sigue seria, con la diferencia de que sus ojos color miel están cristalizados, parece que le duele ver a su hijo en ese estado.—Yo amo a su hijo señora y le ruego que no me aparté de él —mis lágrimas rodaron mientras pronuncie esas palabras, porque entendí algo yo s
Abro mis ojos en el cuarto blanco de ese hospital, cómo siempre lo primero que hago es mirar a mi novio, después de darle un abrazo de buenos días, me voy a la ducha.Su madre llega a las ocho así que me levanto a las seis y media. Para estar lista e irme.Un jean oscuro y un suéter blanco es lo que uso y mis converse, mi cabello lo recogí como una cebolla. Pinte mis labios con un brillo labial hidratante, el mismo que le aplicó a mi novio para que no se le resequen.Bradley acaba de llegar vino a visitar a mi novio un rato. Lo saludo con una pequeña sonrisa. Y me despido de él para irme a la universidad.Cuando salgo, Carlota está afuera, muy bien maquillada, con joyería costosa en sus orejas y manos, usando un vestido azul ajustado a su cuerpo que no necesito mirar la marca para saber que es de a algún diseñador reconocido.Pero él punto es que esa chica ya no tiene nada que hacer aquí, porque mi novio rompió con ella y públicamente. Molestia me da el solo verla porque me trae tan
Lo miro mientras duerme, pero con la satisfacción de que esta descansando, no encerrado en un estado de coma. Le doy un pequeño beso en los labios, se mueve pero no abre los ojos. Y me levanté lo más callada posible mientras él sigue durmiendo.Me fui a dar un baño y después lavo mis dientes, me visto y voy por un desayuno para mí y al comedor de la clínica por una comida para él.Media hora después subí, él ya estaba vestido y bañado llevaba una bermuda y una franela blanca, esa es de la ropa que le trajo Elior.Colocó nuestro desayuno sobre una mesa redonda.—Buenos días señor Darcy. —me acerco a él y me pongo de puntillas para darle un beso en los labios.—Buenos días mi pecosa. —sonrió y me rodeó con sus brazos y correspondió mi beso con un sabor a crema dental.—Te fuiste sin despedirte.—Si fui por tu desayuno y el mío, usted muchas veces se va sin despedirse de mí, cuando dormimos juntos señor Darcy.Solo sonríe mostrando sus dientes blancos y parejos… Un sueño me parece el est
Media hora después llegamos a la mansión, la camioneta se estacionó frente a la entrada y Adelaida salió a saludar a Ignacio y a mí…Quién diría que el tendría una accidente que lo dejaría en coma y que después de su salida de la clínica viviríamos en la mansión Besnier.—Joven Ignacio bienvenido yo me alegro de que esté otra vez en su hogar.—Gracias señora Adelaida. —sonrió.—Hola Camila.—Hola señora Adelaida.Ignacio le dijo que reuniera a todos los empleados incluyendo a los de seguridad en la sala principal, porque tenía algo que decirles y es que viviremos aquí y que somos novios eso les dirá.Diez minutos después entramos a una sala donde hay varios sofás grandes y unas panorámicas que van desde el cielo hasta el techo. La claridad que entra es prominente y le da a todo un toque más elegante y delicado.Lo empleados fueron llegando uno a uno hasta llenarse el lugar todos lo saludaron a él y parecen felices de su recuperación incluso Ofelia quien ya lo saludo con cariño y a mi
Hace rato terminé de a hablar con los IBE, ellos se fueron a su clase y yo a visitar a mi tía la semana que viene mi novio termina sus ocho días de reposo y los dos nos incorporaremos a la universidad.Llegó a la casa de mi tía y no está, la llamo para saber a dónde fue, porque la semana pasada ella tuvo guardia de día, así que ahora sus guardias deberían ser de noche.Le timbre varias veces y mis llamadas se fueron a buzón así que me fui a la cocina a prepararme el desayuno porque no comí nada en la mansión y cuando salí temprano de la cafetería tampoco compré nada.Abro la alacena y sacó un pan de sándwich de la nevera, busco unos tomates, pepino, lechuga, jamón y algunas salsas.Me preparo tres sándwich y un café con leche.Después de comer mi desayuno subo a la habitación sacó la maleta que llene cuando salí de la mansión Besnier y empiezo a llenarla con mi ropa. Vacío el closet para echar todas mi prendas como Jean, faldas, tenis medias y ropa intima en versión mejorada porque