Bárbara.
Domingo, 18, noviembre, 2029.
Me siento frustrada, estresada y ahogándome en un vaso de agua, ya llevábamos 3 días peleados, si, su enojo sobrepasó las 24 horas como lo pensé y estaba vez es en serio, todo por no querer decirle la verdad que me tiene en desesperación.
Bajo las escaleras y entro al comedor donde están los gemelos, Richell y él, me siento a lado de Milán que revisa en su tablet las noticias mientras toma café, empiezo a servirme y Florencia me trae unas frutas, el apetito se me cierra y solo logro tomar jugo, Richell me observa por un momento dudando de algo y niega tomando un pan, los gemelos solo comen en silencio.
— ¿No tienes hambre? — pregunta Richell.
— No tengo, es raro, debe ser un resfriado — toco mi cuello pero no tengo fiebre, siento la mano de Milán en mi frente, lo
Bárbara.— Debes decirle — responde Richell a mi pregunta, suspiro y termino de tomar mi jugo de arándanos, observo la hora en el reloj del comedor y me despido de ella.Ya en el carro, prendo el motor y arranco a la empresa mientras sigo pensando en todo.Me detengo en un semáforo y mi teléfono suena.— ¿Abuela? — pregunto al ver quién me llamaba.— Hola, hija, estoy ordenando unas cosas aquí en la casa y me encontré con algo que era de tu madre, ¿Podrías venir cuando salgas de tu trabajo? — un carro atrás empieza sonar la bocina sacándome de mi pequeño trance.Conduzco y me detengo frente a un local.— ¿Mamá dejó algo en tu casa? — pregunto desubicada — Pero... Pero si ella... Sus cosas y las de papá se quemaron junto a la casa...—
Bárbara.Sábado, 1, diciembre, 2029.Camino de un lado a otro, los gemelos me miran a través de sus lentes de sol, eran las 9 de la mañana, claro era sábado y tenían sueño luego de que le dieran vacaciones de la academia y de la escuela dormían hasta tarde por ser el mes navideño.Me encontraba fuera del aeropuerto, después de enterarme que tenía dos tíos y de lograr localizarlos gracia a que son un dúo de escritores en suiza muy reconocidos, no dudaron en venir a España para época decembrina a conocerme cuando le dije que era hija de Caroline Rio y mostrarle una foto.— Mamá, ¿nos dirás a quién esperas?— pregunta Thomas.— Mejor dicho a quienes— corrige Cole al ver que salen dos personas, podía notar en Cameron las faciales de mi madre.
Milán.Diciembre, ya estábamos en el último mes del año 2029, y Bárbara y yo aún nos encontrábamos peleados desde la última vez, si, puede que me sobrepasé al gritarle de esa manera esa noche que llegó tarde y si, tiene razón soy muy inseguro, después de mi relación con
Milán.Lunas, 31, diciembre, 2029.El rubio de David me miraba sentando frente a mi escritorio de la oficina, podía ser el último día del años pero era lunes, también era el último lunes del año por lo tanto había que trabajar y dar vacaciones hasta el 12 de enero, por lo tanto a Bar se le ocurrió irnos a Suiza a conocer a sus abuelos maternos y con nosotros llevar a su abuela Mónica a disfrutar del ambiente que le brindaría la ciudad de Ginebra y su lago y montañas.— Mi hermana está con George— me mira apenas dice esa frase— Los vi con mis propios ojos cuando se besaban, no es porque le investigue la vida a Miranda, no, o sea si soy investigador privado pero no para investigar a mi hermana, no, eso es invadir su vida privada pero que salga con George ya es otro nivel de...Sigue hablando, admit
Violeta.Se preguntaran cual es el papel que tengo en esta vida, claro, soy la villana o la víctima, en el 2019 era la novia de Milán uno de los chicos más sexy y millonario del momento, lamentablemente no pude llegar a ser su esposa. Fui su novia por cierto tiempo aunque no podía verlo por todo un año gracia al accidente que tuvo en abril del 2018, año y mes en el que murió Cole De Luca, su hermano gemelo con el cual tuve una relación también pero era un chico muy nerd para mi gusto, yo necesitaba estar con el que iba heredar todo, con el que tenía el don de diseñador de moda y ese era Milán en ese momento, luego de regresar de Italia en donde estuvo internado en una escuela para chicos, regresó siendo el mismo a pesar de que se echaba la culpa de haber matado a su hermano, nunca sabré que fue lo que pasó para que ambos tuviera ese accidente, pues c
Andrew.Tenía 16 años cuando el padre de los gemelos De Luca murió, 17 cuando Violeta Rizzo después de dos años de relación abortó el hijo que esperábamos para irse con Cole, 18 cuando la madre de los gemelos fue asesinada, todos culpan a mi padre que aunque lo niegue es el verdadero asesino aquí, tenía 19 cuando Cole De Luca murió en un accidente automovilístico, 20 cuando conocí por primera vez a Bárbara y 21 cuando Milán me la arrebató como lo que he deseado en esta vida.Mi vida siempre fue ser la sombra de los gemelos de la familia, pero cuando cole murió termine siendo la sombra de Milán, mi abuelo siempre prefirió a este dejándome en la sombra que aunque en su momento le tenía compasión a Milán por todas las tragedias que le sucedían por otro momento lo quería muerto a pesar de ser mi primo.Veo como mi primo baila con la mujer que deseo mientras que a mi lado se encuentra Violeta mandando malas vibras a la morena sin dejar d
Bárbara. Jueves, 21, febrero, 2030. Respiro el olor a menta que transmite Milán a un lado de mí, lo abrazo sin soltarlo, la alarma ha sonado ya dos veces y no quería levantarme, pero era jueves y tenía que trabajar, me levanté pero el castaño me detuvo volviendo a meterme a la cama junto a él. — ¿A dónde crees que vas? — pregunta susurrándome al oído con su voz ronca, sonrío y me volteo a mirarlo. — Ti amo — digo en italiano y sonríe aún más, me besa. — Ti amo, Regina — lo abrazo y duramos un buen momento así hasta que escuchamos los gritos de los gemelos por el pasillo, diciendo que se hacían las 8 de la mañana y llegaban tarde a la escuela, me despego de Milán y corro al baño a bañarme porque yo también llego tarde — Apúrate, aunque yo no llego tarde porque soy el jefe. Ruedo los ojos notando su ego e orgullo por ser dueño y jefe de una gran empresa de moda. Salgo del baño y entro al closet,
Milán.Jueves, 21, febrero, 2030.Un mes más ha pasado, por fin Bar estaba entre mis brazos, por fin podía ser completamente mía, solo debía espera un poco más para que todos lo que desee alguna vez se cumpliera y ahí estaba yo siendo feliz por fin.El despertar a su lado todas mañanas me parece fascinaste, el poder oler su aroma a chocolate se ha vuelto mi obsesión.Me encontraba sentado frente a mi escritorio en la oficina de la empresa, le sonrío a la pantalla del teléfono al ver que mi morena me colgó la llamada, al menos logró llegar a tiempo a su trabajo, me alegro que empiece a crecer en su vida profesional.Suspiro y doy una vuelta en la silla giratoria hasta que la puerta se abre, me volteo a mirar quien es y me encuentro a la pelinegra de Violeta.— ¿Otra vez aquí, Violeta? Ya no quiero na