Capítulo 38

La venganza no es el camino a la paz, pero a veces es el único modo de sanar las heridas

Damián:

Después de que mi mate fuera secuestrada, yo empecé a trabajar en ello, investigando e incluso hackeando todas las posibles empresas. Pero un día, hackeé las cámaras de la ciudad y allí vi que a mi mate la metieron a una casa. Entonces, rápidamente le avisé al clan de Cárter, para que nos ayudara a buscarla. Hablé con Deimos, que ya sabía dónde estaba mi mate. Agarramos nuestros autos y emprendimos a esa casa. Supongo que el clan de Cárter ya estaba cerca.

Cuando llegamos a la casa, me estacioné rápido y salí, empezando a luchar con los guardaespaldas. Eran muchos, pero yo era más fuerte. Usé mis garras, mis dientes y mi magia para derribarlos. Algunos me dispararon, pero las balas no me hicieron nada. Otros me atacaron con cuchillos, pero los rompí con mis manos. Otros me lanzaron hechizos, pero los desvié. Los golpeé, los mordí. Los maté a todos, sin piedad. Terminé con el último, que me
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