El corazón le latía con fuerza, pero no por el miedo, sino por el amor. Cristal sabía que él era el único capaz de hacerla sentir así, de hacerla olvidar el peligro y la muerte.Cristal:A la mañana siguiente me despierto bostezando. Damián está súper dormido en la cama, abrazándome con fuerza. Me levanto con cuidado, sin despertarlo, y voy a la bañera. Me doy un baño relajante con los jabones que me regaló Damián. Hay uno de almendras, otro de miel y otro de limón. El aroma me envuelve y me hace sentir bien. Me seco con una toalla suave y me pongo un vestido azul con estrellas blancas que me queda muy bien. Me peino el cabello y me pongo un collar de plata. Hoy es un día especial, vamos a celebrar nuestra unión con Damián.Bajo a la cocina y preparo una rica comida. Hago unos burritos de carne y queso, una ensalada de lechuga y tomate, unos cupcakes de chocolate y un té de hierbas. Lo pongo todo en una bandeja y lo llevo al comedor. Mientras tanto, mi loba interior está un poco inqui
No podía ignorar el llamado de mi destino, aunque eso significara dejar atrás todo lo que amaba.Cristal:El eco de la batalla aún resonaba en el aire, con el corazón lleno de determinación, me enfrente a los cazadores que habían amenazado mi hogar y mi manada. Con movimientos ágiles y precisos, puse fin a la amenaza, asegurando la seguridad de mi amiga Alira y su bebé. Con Alira y su bebé a salvo en el sótano, me apresure a asegurarme de que estuvieran protegidos antes de emerger a la superficie junto a Lucas, el novio de Alira, quien me acompañaba en la lucha por la supervivencia.Al salir del sótano, mis ojos se encontraron con una escena inesperada: Damián, mi amado, estaba acompañado por dos chicas que me sorprendieron al principio. Cuando finalmente pude enfocar mi vista, me quede sorprendida al reconocer a Cyra y Anika, las mismas que estaban encarceladas por sus delitos en la empresa de Damián.Con una mezcla de incredulidad y furia, me acerqué a ellos, exigiendo una explicaci
Y así, entre el amor y el dolor, me debatía entre seguir luchando o rendirme.Cristal:Me levanté, dispuesta a empezar el día con energía y optimismo. Después de una ducha rápida, me dirigí al baño, donde me esperaba una bañera llena de agua tibia y espumosa. Me sumergí en el agua, sintiendo cómo se relajaban mis músculos y se calmaba mi mente. Disfruté de unos minutos de paz y tranquilidad, mientras me lavaba el cabello con un champú de coco y vainilla, que dejaba un aroma dulce y suave en mis mechones negros. Luego, me enjaboné el cuerpo con un jabón de lavanda y miel, que hidrataba y suavizaba mi piel. Me sentí limpia y renovada, lista para afrontar cualquier cosa que el día me trajera.Salí de la bañera, me sequé con una toalla esponjosa y me envolví en un albornoz blanco. Me miré al espejo, sonriendo con satisfacción al ver mi reflejo. Me peiné el cabello, dejándolo caer en ondas naturales sobre mis hombros. Luego, me maquillé con delicadeza, resaltando mis ojos verdes con un del
El amor es un riesgo que vale la pena correr. Pero a veces el amor se convierte en un juego que nos hace perder. Lo importante es saber cuándo retirarse, y cuándo seguir luchando.Cristal:Me encontraba en la oficina de Damián, con el corazón latiendo con fuerza y las manos temblando de nerviosismo. Había decidido ir en secreto para investigar mis sospechas y encontrar una explicación a la extraña distancia entre nosotros. Mientras revisaba los archivos en el escritorio de Damián, mi corazón se hundió cuando encontré documentos falsificados que me implicaban como líder de los cazadores y como infiel. El shock me paralizó por un momento, incapaz de procesar la traición que se desplegaba ante mis ojos. La sensación de traición me envolvió como una manta fría, haciéndome sentir como si el suelo se abriera bajo mis pies.No podía creer lo que estaba pasando. (¿Cómo podía Damián creer esas mentiras?) Entre los documentos que había encontrado en el despacho de Damián, había una nota dirigi
París no era solo una ciudad, era una oportunidad de renacer.Cristal:Me levanté temprano por la mañana, el eco del dolor aún resonaba en mi corazón roto. Con pasos pesados, me dirigí al baño, buscando consuelo en el agua que caía. En la ducha, el aroma fresco de un jabón de lavanda me envolvió, mientras las burbujas de un gel de baño de rosas danzaban a mi alrededor, formando un suave abrazo que parecía calmar mi alma afligida. Al salir, envuelta en una toalla que apenas cubría mi cuerpo vulnerable, me enfrenté al espejo. La voz sibilante de mi diabla interior rompió el silencio, sus palabras cargadas de advertencia resonaron en mi mente, recordándome un pasado doloroso y señalando un futuro incierto.(¿Qué vas a hacer ahora, Cristal?) —me preguntó con malicia.(¿Vas a seguir llorando por ese hombre que te abandonó? ¿Vas a dejar que te consuma la tristeza y el rencor? ¿O vas a tomar las riendas de tu vida y buscar tu felicidad?) (No lo sé) —respondí con voz débil.( No sé qué hace
No puedes escapar de mí, ni yo de ti. Estamos atados por un lazo de sangre, de dolor, de pasión. Somos el infierno y el paraíso, el fuego y el hielo, la vida y la muerteDamián:La mansión estaba envuelta en un aura de tensión y desesperación. Luché con la furia que ardía en mi interior después de descubrir que mi amada, Cristal, había desaparecido misteriosamente. Sin saber que se había ido para alejarse de mí y sanar sus heridas emocionales, había enviado guardias para protegerla, solo para descubrir que había desaparecido sin dejar rastro. La ira y la frustración me consumían, y en un acto de desesperación, decidí llamar a Cyra, la bruja de la manada, en busca de respuestas.Cyra llegó al instante, su presencia imponente llenando la habitación con una energía palpable. Pero cuando sus ojos se encontraron con los míos, vi la tormenta de emociones que me consumía: ira, confusión y dolor.—Damián, ¿qué sucede? —preguntó Cyra con voz suave, aunque sabía que algo terrible había ocurrido
El amor es un juego peligroso, pero vale la pena arriesgarseCristal:París me envolvía en una danza de luces y susurros mientras paseaba por las calles empedradas. El aire fresco de la primavera acariciaba mi rostro, pero un nudo de incertidumbre me anudaba en mi vientre. A medida que caminaba junto al Sena, una sensación extraña se apoderaba de mí, una mezcla de emoción y temor que no podía explicar.(¿Qué significaba ese malestar que había estado sintiendo últimamente?) Había descartado la idea de un posible embarazo, pero ahora, mientras contemplaba la Torre Eiffel iluminada, una voz interna me susurraba que tal vez debía enfrentar esa posibilidad. (¿Podría ser que París estuviera revelando un secreto que yo misma me negaba a aceptar?)No quería pensar en eso, no quería asumir las consecuencias de lo que había hecho. Había huido de mi vida, de mi pasado, de mi amor. Había dejado atrás a Damián, el hombre que me había hecho sentir tanto, el hombre que me había hecho sufrir tanto. H
En el susurro de un perdón, se tejieron los hilos de un nuevo comienzo, donde el amor floreció con la promesa de un futuro compartido.Damian:En una mansión elegante en las afueras de la ciudad, me encontraba sumido en un estado de agitación frenética. Había pasado horas buscando en vano a Cristal, pero no había rastro de ella en ningún lugar. Su ausencia me consumía con una angustia abrumadora, y sentía como si el mundo se desmoronara a mi alrededor.Sin poder contener más mi desesperación, me dirigí hacia mi mano de confianza, un hombre de aspecto imponente y lealtad inquebrantable.—Carlos, —comenté, mi voz temblorosa por la preocupación—, necesito que hagas todo lo posible para encontrar a Cristal. No puedo soportar su ausencia por más tiempo.Carlos asintió solemnemente, reconociendo la gravedad de la situación.— Entendido, señor, —respondió con firmeza—. Haré todo lo que esté en mi poder para localizarla. La buscaremos por cielo, mar y tierra. No descansaremos hasta encontrarl