Narrador omnisciente.

Rusia en cualquier parte de un inmenso bosque en la nada.

Una manada se prepara para el regreso de su líder, pero nadie sabía lo que esa noche pasaría. Entre risa y música su población se preparaba para el día esperado su líder que se fue en busca de una bruja que lo ayudara con su maldición.

Las horas pasaron y las personas terminaron de arreglar la manada la noche ya estaba cayendo. Los guardas que vigilaban los alrededores dieron aviso de que su líder ya estaba en su tierra, las personas lo recibían muy feliz mente ya que eso significaba que traía buenas noticias.

Entre las sombras un hombre de dos metros hacia su aparición su cabello plateado brillaba cuando los rayos de luz de luna tocan sus sedosos cabellos, sus mieles ojos brillaban ante la oscuridad, su cuerpo está imponente más con el aura que este desprende, los músculos de sus brazos se contraen de manera muy placentera a la vista y muchas mujeres de su manada se vuelven locas solo con una minúscula mirada de él.

Todos (más las mujeres) están feliz de su retorno y esperaban ansiosos su noticias.

—Alpha que gusto tener de vuelta— le saludo un hombre de avanzada edad uno que la manada lo considera el más sabio y a él acuden por consejos.

El Alpha lo vio y con la cabeza asintió a su saludo, pero a él le precisaba llegar a su hogar el viaje lo tenía cansado, pero con todo el trabajo que tenía no podría descansar.

Mientras más avanza más personas se acercaron a saludarlo y otras más insistentes que, pero nada que él no pudiera manejar.

Después de todo el protocolo de la fiesta esta termino y él se pudo ir a su casa. Mientras más se acercaba una extraña energía esta desprendía se sentía asfixiante.

Él no sabía que es lo que pasaba ya que su cuerpo se movía por si solo por más que lucho no pudo hacer nada y fue llevado al patio trasero de su mansión este daba paso a un inmenso bosque.

No sabía lo que pasaba la energía que sentía se alejaba de su casa más cuando él seguía avanzando para el bosque. No sabe por cuánto tiempo estuvo caminando lo que si sabía era que estaba lejos de su mansión.

Pero de un momento a otro se detuvo frente a una cascada, esta era iluminada por la luna esto no era lo más extraño lo extraño fue que las flores que se encontraban alrededor se comenzaron a marchitarse todos alrededor de esta y de a nada una nube oscura salió de las profundidades y la figura de una persona iba apareciendo, su rostro no se veía por más que cerrara los ojos y los volviera a abrir seguía borroso era como una mancha muy macabra.

El Alpha parcia perturbado, pero aun así no demostró temor, trato de hablar, pero estas se negaban a salir de la boca, la sombra frente de él se comenzó a mover en su dirección los latidos de su corazón se aceleraron por la abrumante sensación.

—Alpha de la manada (ángel de la muerte) que gusto ha de tener por fin conocerme— hablo la sombra sus vos se escucha macabra es como un susurro que está al lado de tu oreja provocando un escalofrió erizando todos tus vellos.

El Alpha quería hablar e irse, pero no podía.

—El tiempo que tu maldición tenía ha llegado a su fin, por fin podrás encontrar tu mayor deseo.— este espectro se detuvo delante del Alpha y prosiguió — pero no será sencillo que esta esté de tu lado, tu mayor deseo está rota por dentro durante mucho tiempo esta fue muriendo de espíritu su destino ya está escrito y nadie lo puede cambiar la muerte le llegará como algo divino, hermoso no se sabrá que este ser solo este con ella para ser su verdugo—

Mientras el espectro hablaba el Alpha sentía como su fuerza vital salía de su cuerpo, pero aun así luchaba para que este no ganara.

—Nada se podrá hacer para que su destino cambie tanto tu como tu manada serán los que hagan cumplir el destino tú serás su felicidad tanto como su verdugo. Yo funde tu manada he ahí el nombre e ahí su poder y el tuyo por eso es su deber cumplir con lo dicho, aunque esto te mate.—

Y como si de un huracán se tratase las hojas de los árboles comenzaron a moverse de manera violenta. El Alpha solo era un mero espectador sin poder moverse ni hablar.

De entre los árboles un luz brillo esta arremetió contra el espectro mandándolo lejos de su presa. El Alpha solo en ese momento pudo respirar viendo. Pero no paso mucho tiempo el espectro se levantó remetiendo contra la luz. Eran como dos fuerzas de la naturaleza cuando se golpeaban o era el viendo que se sentía con más fuerza o la torrencial lluvia que comenzó a azotar.

Entre la batalla que se ejercían el espectro se veía cansada sin fuerza y la luz que estaba al frente del Alpha se volvió en un joven muchacho con una espada en mano esta brillaba con fuego ardiente, pero al joven parecía no quemarlo.

—Demonio del inframundo sabes que este ya no es tu reino y tanto tu como esta manada ya no te perteneces y tus planes de volver al mundo de los vivos siempre serán trucados por aquellos que tienen fuerza de voluntad, no importa cuánto intentes el resultado siempre será el mismo, jamás te permitiremos volver.— hablo fuerte y claro el joven de cabellos negros, piel pálida ojos azules. Este viste un traje de combate negros (muy ajustado) que marca su trabajado cuerpo.

Por unos segundos el bosque quedo en total silencio, pero este es roto por la perturbadora carcajada que el espectro suelta, este se endereza en su lugar dado una postura intimidante sin bajar la cabeza (o eso parece).

—No te confíes insignificante protector esto no será como hace mil años. Hoy tengo un haz bajo la manga mi nuevo cuerpo vendrá a mí por su propia cuentas y ni tu ni nadie podrá impedirlo. Todos estarán condenados— con este último el espectro desapareció.

Pero lo que el joven protector no vio fue el cambio repentino de los ojos del Alpha que esta atrás de su espalda cambiando aun blanco que se adueñó de toda su retina, pero solo duro un momento ya que luego volvieron a su color habitual.

El Alpha en cuestión termino desmallado porque todo su energía había suido drenada. Pero antes de que esto pasa en su mente una sola cosa pasaba.

Tú serás su felicidad t también su verdugo, la traerás a mi para que yo vuelva a renacer.

El protector se acercó al cuerpo inerte en el suelo para mandarlo a su habitación de su mansión, pero antes de sus manos tomo uno de los muchos anillos que en esta había y se lo coloco al Alpha no era un anillo ordinario este alejaría a seres que tratasen de aperar de la mente de este hombre.

—EL tiempo está llegando la fecha limita se está por terminar, pero hoy yo te doy el don de escribir tu propio destino— hablo el joven protector antes de hacer que el Alpha desapareciese de ese lugar y este desaparece tal como vino en una luz brillante.