ARMANDO—Lara, ¿has pensado bien esto? ¿Y si intenta algo? Podría lastimar a Sky—. Fernanda, la esposa de Alex, acusa.Después de entrar en el pasillo, Lara envió a la niña a su habitación y nos llevó a su oficina para hablar de la situación con ellos. Estamos sentados en unos sofás, Lara a mi lado y los otros dos frente a nosotros. Están hablando de mí como si no estuviera sentado aquí.Cuando Fernanda intenta continuar con sus ridículas fantasías, la golpeo y digo lo que pienso. —En primer lugar, nunca te haría daño a ti ni a ningún niño. Incluso si Lara es mi enemiga, no me atrevería a usar a su familia contra ella. Confía en mí. Podría hacerte daño. Pero no lo haré. Y, en segundo lugar, hicimos un trato. Y lo conservaré mientras no lo rompas o me molestes demasiado con tus estúpidas suposiciones—. Lo traigo directamente en un tono severo.—Realmente no hicimos un trato—. Lara murmura.—Cállate—. La chasqueo.—No hables así con mi hermana—.Dejé salir una risa sin humor.Lo ignoro
Muy temprano por la mañana me desperté, pero Marshall ya se había ido, solo había dejado una carta. No la quería tomar porque esa carta me sonaba a despedida o algo por el estilo. Me había acostumbrado a su trato y a su olor que no quería que jamás se pudiera ir de mi lado. Observé a través de la ventana si había alguien mas y solo estaba Ben y Charlie haciendo frente a cualquier que pudiera intentar hacerme daño. Me acerqué a la mesa pequeña redonda para tomar la carta; “Querida luna, te he escrito esto por si las cosas cambian su rumbo y nos tengamos que separar. Esta carta contiene algunas indicaciones que te van a servir al momento que suceda algo o bien te quieran hacer daño. He dejado a dos de los mejores hombre haciéndote compañía, de ellos no dudes al momento de confiar pues son leales, lo que si quiero que hagas es esq por nada del mundo dejes abierta las ventanas de la casa por las noches y tampoco tengas luces encendida. También quiero que te alimentes bien pues quiero
PIPER Dios, estoy completamente segura que acabo de ver algo y no estoy loca por lo cual entro en modo de alerta y empezó a cerrar todas las puertas y las ventanas, no me gusta nada de lo que está pasando y mucho menos cuando Marshall no está presente, me siento débil y que cualquier persona se puede aprovechar de mí. Sabía desde un principio que al venir acá traería muchas responsabilidades y una de las consecuencias era que estaba sola y desprotegida. Independientemente si estos dos chicos estaban haciendo guardia, no era garantía, no me garantizaba que alguien podía entrar acá y podía burlar esa seguridad. Pensándolo bien me hubiera quedado en la mansión, porque en realidad no, creo que soportar a Gabriela hubiese sido mucho peor, prefiero mil veces que por esa puerta atraviese cualquier cosa y no juntarme con Gabriela, sé que sonará egoísta de mi parte, pero es que esa mujer no me agrada en lo absoluto. Bajé las escaleras dirigiéndome a la planta baja en donde estaba Charlie
Esta vez si no estoy loca. Lo que acabo de ver es alguien o mejor dicho una bestia. Esos ojos rojos me dejaron estática y no sé si salir corriendo o simplemente asegurar la habitación. Como sea. Tendré que avisarle a los chicos. Bajo las escaleras apresuradamente. En cuánto llego a la planta baja soy tan torpe que me he golpeado con algunas cosas en la sala, pero finalmente llego a la puerta principal de la casa. No quiero abrir mucho porque no sé qué hay fuera, además el único propósito con el que bajé fue para adevertirle a estos idiotas qué hay alguien acechando en el bosque. —Charlie— le digo entre susurros con la puerta un poco abierta—acabo de ver a alguien que está afuera, por favor no bajen la guardia. —Señorita…— me ve de mala gana— ¿Cuántas veces le tengo que decir que acá no se presente de esa forma? Recuerde que el señor Marshall nos encargó esto y no le podemos fallar. —¡A la mierda con esas reglas!— gruyó porque ya no puedo más con las idioteces de ellos— te estoy di
Al escuchar esa voz la cual me hace salir de mis pensamientos giro inmediatamente donde proviene, cuando lo veo no lo puedo creer, mi mente no puede procesar lo que está observando pues todo es ilógico, se supone que la persona que debía estar detrás de mí era horripilante y me causaría mucho miedo, pero era totalmente lo contrario, tampoco sé cómo entro a este lugar si se supone que estaba la puerta asegurada y tampoco me di cuenta en qué momento entro. Lo que sí sabía es que este sujeto era sobrenatural. El hombre que estaba parado enfrente de mí era totalmente diferente, era una persona bastante alta, de tez blanca, de cabello rojizo y unos labios muy rosados, tenía los ojos como del mismo color del cabello lo cual me pareció extraño, jamás había visto alguien de esas fracciones. No me daba miedo, era lo contrario era totalmente hermoso y siquiera parecía una vez ya o algo parecido.—¿Qué haces acá?— le pregunté mientras me quede estática en el mismo lugar, no quería moverme ya q
MARSHALL No podía seguir perdiendo el tiempo en esta tontería así que inmediatamente me regresé a la cabaña, iba solo sin compañía y sin nadie más que me pudiera seguir los pasos, sabía que el tiempo perdido que había invertido estando acá lo habían ocupado para secuestrar a Piper, estoy cruzando los dedos para que las palabras que acabo de decir no se hayan hecho realidad. Conozco perfectamente la astucia de Max y sé que todo esto lo hace con segunda intención. Qué culpable me siento saber que yo fui responsable que ocurriera todo esto, yo acepté el trato y todavía se lo dije a Simón, no me pareció nada correcto en el plan que teníamos previsto para Piper, pero quise confiar en ella ya que anteriormente siempre desconfiada y quería demostrarle que sus pensamientos y sus opiniones también eran importante para mí.Me movía sobre los arbustos, todo lo que se me atravesaba lo podía atravesar, mi desesperación era tan grande que no me importaba si me hacía daño, lo único que qu
MARSHALL ¿Acuerdo? ¿de qué está hablando este tipo? ni siquiera se acerca ese trato que hicieron con la mamá del oeste, tampoco sé de lo que está hablando acerca del trato, pero sé que de mi madre y mi padre donde tener la respuesta correcta ante todo esto, creo que ellos han manejado la situación desde un principio y luego único que puedo imaginarme es que algo turbio debe de haber detrás de todo esto. Salí de la cabaña rápidamente tratando de buscar el olor de Piper, empecé a seguirlo sobre algunos metros, pero repentinamente se me iba perdiendo poco a poco, nunca me ha pasado esto anteriormente tratando de localizar a alguien, sea quien sea que haya secuestrado a mi chica que es un tipo muy astuto, tiene la inteligencia de poder perder el rastro de una persona. Escuché unos ruidos que provenían de algunos arbustos, entré en modo de alerta y en ese mismo momento me estaba colocando para atacar a lo que sea que viniera de ese arbusto. Sea lo que sea no le iba ir nad
MARSHALL —¿Me estás tratando a tomar del pelo o que? Gabriela, porque la verdad esto no me parece nada coherente, que yo sepa nosotros los hombres lobo nunca nos llevamos bien con los vampiros, además como para que o que necesitaría Max de la ayuda de un vampiro si él puede hacerlo todo espeté mientras estaba sentado en la mesa, todo esto me parecía ilógico y poco congruente. Pues una alianza entre vampiros y luego no lo miraba aceptable. —Bueno eso es lo que se me ocurre, además no me puedes culpar, lo más probable es que lo que estoy diciendo es cierto y sí, puede ser que parece un poco increíble una alianza como esa, pero tú no sabes los planes y los propósitos que tienen esos sujetos con tu chica, nosotros ni siquiera sabemos muy bien cuáles son esos planes, lo que tenemos primeramente que hacer es investigar a fondo cómo fue que sucedió todo esto, porque que yo sepa desde un principio tenía la intención de secuestrarla porque de lo contrario no te hubieran tendido una trampa