***NARRA GRACE***
Ese mismo día después de recomponerme ante lo que acababa de pasar, decidí buscar a Nicolás en las diferentes redes sociales, para tener más información sobre él de tipo personal y no quedarme sólo con lo que decían sus documentos de trabajo.
Abrí una de sus redes sociales y pude darme cuenta de que era una persona muy social. Desplegué una a una sus fotografías y me di cuenta que tenía mucho éxito con el público femenino que se desvivían en darle cumplidos a cada una de sus fotos, en las que destacaban sus hermosos ojos azules, su cabello rubio y su muy bien trabajado abdomen habiendo varias fotos de él en el gimnasio que lo confirmaban.
Busqué y busqué por todas las redes dónde pude localizarlo con tan sólo colocar en el buscador su nombre y apellido, pero en ninguna había una evidencia de que ese Adonis de hombre tuviera una relación, a pesar de salir en miles de fotos rodeado por mujeres de todo tipo, lo cual era raro para mí que ninguna de ellas al parecer era nada más que una amistad. Estaba muy metida en mis pensamientos sobre él, hasta que Carmen me llegó a interrumpir.
–Señorita Grace, no quiero molestarla. Sólo he venido a decirle que ya se está elaborando el contrato del joven de la Garza y también que lo voy a llevar ahora mismo al recorrido por la empresa – Me informó Carmen – Lo único que necesito es que me firme su carta de bienvenida para poder ingresarlo al sistema, a falta de Don Manuel sólo su firma lo puede validar.
–Claro Carmen, permíteme el documento para firmarlo por favor – Le pedí y ella me lo entregó – Muchas gracias, ya te lo puedes llevar.–Gracias por firmarlo señorita Grace, sé que a usted no le gusta hacer nada de esto y lamento mucho que Don Manuel, la obligue a venir aquí a la empresa a trabajar. Si yo tuviera su dinero, jamás tendría a una hija mía trabajando, pero veo que no todos pensamos igual – Manifestó Carmen con empatía – Espero que algún día, le levante el castigo y la deje hacer su vida.–Tú si me entiendes Carmen. Lo malo es que a mi padre por más que se lo has dicho, ni a ti te quiere escuchar. Este no es lugar para mí, no me gusta venir. Pero en fin, de nada vale que me queje más, de cualquier modo tengo que estar aquí – Sentencié resignada – Oye Carmen, ¿Este chico de dónde salió?, ya sé que viene de parte de Don Lucas Ortiz, pero ¿De dónde lo conoce mi padre?–Señorita Grace, yo no estoy autorizada para meterme en los asuntos personales de Don Manuel, ¿Por qué mejor no se lo pregunta usted a él? – Quiso excusarse Carmen para no entrar en detalles – Creo que no tendrá problema en decírselo él mismo. –Carmen, sé que no puedes decirme nada. Eres muy leal a mí padre, pero ya lo conoces, él no me va a querer decir las cosas. De cualquier modo voy a intentar preguntárselo yo – Admití un poco desanimada.Carmen se retiró de mi vista y se fue a hacer lo suyo. Yo por mi parte a falta de tener algo útil que hacer, me puse a leer una revista y de pronto sin verlo venir Nicolás entró irrumpiendo a mi oficina muy enojado.
–Es usted una maleducada y una grosera señorita Graciela. Recién acabo de tomar una llamada de su padre y me ha dicho que él específicamente le pidió a usted que me acompañe al recorrido, algo que usted no quiere hacer porque prefiere leer cosas para mujeres huecas – Sentenció él molesto y cerrándome mi revista de golpe – Así que vine sólo a que me diga usted misma ¿Me acompañará al recorrido o no?
–Joven de la Garza, enseguida lo acompaño y me disculpo con usted. Mi padre en efecto me dijo que lo acompañara al recorrido, pero yo no sé nada de la empresa por eso prefería que fuera sólo con Carmen, veo que eso le molesta así que vamos – Respondí resignada y me puse de pie para ir con él.–Gracias y lamento el sacarla de su rato de lectura productiva – Manifestó él con sarcasmo haciéndome enojar, pero sin poder decir nada.Fui con él a tomar el recorrido con Carmen y después que eso terminó, salí sin despedirme de nadie. Tomé mi bolsa y mi carísima chaqueta. Me fui caminando cruzando toda la empresa haciendo mucho ruido con mis tacones de diseño exclusivo, ante las miradas de todos los trabajadores hasta llegar al ascensor. Cuando por fin se detuvo para que yo lo tomara, presioné el botón de planta baja para llegar al estacionamiento.
Al detenerse el ascensor, caminé por el estacionamiento en busca de mi hermoso auto deportivo, un modelo nuevecito color rojo. Me subí a mi auto y me dispuse a llamar a mi amiga Angélica para invitarla a comer, necesitaba relajarme después de éste día espantoso. Angélica no me respondió la llamada y en su lugar me respondió Ángel, mi ex novio, lo que me llevó a pensar a que quizás al estar juntos los nombres de ambos en el directorio, lo había llamado a él por error pero al despegar el celular de mi oído ví que había marcado el numero correcto el de Angélica, quise preguntarle a Ángel, tan pronto escuché su voz, ¿Qué hacía con Angélica? Si según yo sabía ellos dos no se soportaban para nada.
Lamentablemente antes de poder preguntar, escuché de fondo la voz chillante de mi amiga preguntar a Ángel “¿Quién me llama, mi amor?”. Eso me desarmó y me devastó por completo que antes de seguir escuchando más, corté la llamada enseguida.
Entonces mis lágrimas comenzaron a salir cómo cascadas de mis ojos y me las limpié enseguida, bajé de mi auto para tomar un poco de aire y caminar por el estacionamiento con el único propósito de calmarme. De pronto al levantar mi vista una mirada azul, estaba fijamente posada en mí. El dueño de esa mirada se abrió pasó como un cazador cuando mira a su presa y entonces me abordó.
–No llore señorita Grace, el que yo no esté interesado en usted no quiere decir que nadie lo esté. Ya llegará un engreído y prepotente hombre dispuesto a salir con una mujer tan superficial – Se burló de mí con frialdad, lo que terminó de destruirme por completo – Pero para que vea que no soy tan malo, le daré algo para que se sienta mejor.
–Mire joven Nicolás, ya que estamos fuera de la empresa le diré dos cosas. No se atreva a acercarse más a mí y estoy hablando muy en serio. Lo segundo es que nada de lo que me pueda dar me puede interesar, así que le pido por favor que se retire – Respondí alterada, pero más que eso muy nerviosa.–No le estaba preguntando si quiere lo que voy a darle o no, señorita Grace. Simplemente se lo daré cómo un gesto de cortesía de mi parte – Sentenció petulante mientras se acercaba más a mí.A medida que él se acercaba yo retrocedía hasta que no tuve más espacio detrás de mí, quedando recargada en una de las paredes del estacionamiento.
Entonces él se acercó hasta quedar a milímetros de mis labios despertando en mí, miedo, nervios y muchos sentimientos que no podía ni describir. Instintivamente cerré los ojos y entonces él me sujetó de la nuca con fuerza quedando mi cabello enredado en su muñeca y entonces tiró de mí, para acortar la distancia que nos separaba para besarme intensamente devorando mi boca al instante y haciéndome sentir adrenalina desbordándose por cada poro de mí piel, él me succionaba los labios con mucha pasión y deseo para después introducir su lengua con violencia a mi boca, moviéndola sensual y exquisitamente, haciéndome desear algo más que ese beso.
Empecé a sentirme de pronto muy desesperada, tanto que comencé a gemir agitada en su boca sin poderme controlar y entonces él con brusquedad me soltó, dejándome en el limbo por un momento hasta que sus palabras me volvieron a la realidad.
–Listo, ya le he dado mi cortesía. Eso fue para que sepa lo que es besar a un hombre de verdad y no a los niñitos estúpidos a los que debe de tener por pretendientes – Manifestó con seguridad.
–Es usted un patán. No se atreva a volver a besarme nunca más, ¿Me ha escuchado? Se lo prohíbo.–Hecho señorita Grace, recuerde eso cuando usted próximamente vaya a mí a rogar por mis besos – Afirmó él con esa seguridad que me doblaba las piernas y se fue del estacionamiento.Yo me quedé temblando, con mi cuerpo todavía afectado por lo que acababa de pasar. Nunca nadie me había tratado así, pero tampoco nunca nadie me había besado así.
***NARRA GRACE***Cuando me recuperé totalmente de ese beso, caminé sintiendo que se me doblaban las piernas y me subí a mí auto. Me quedé hundida en el asiento de mi deportivo y como si me propusiera hacerme más daño a mí misma, busqué en una de mis redes sociales a mi amiga Angélica y entonces mi mundo se terminó de ir al demonio, cuando ví que inició una relación con Ángel, al día siguiente de que él y yo terminamos. Lo que me llevaba a pensar que quizás ellos ya se entendieran desde que él era mi novio.Estaba furiosa y con miles de pensamientos espantosos dentro de mí, gritando desesperadamente por salir. Me sentía abatida, molesta pero sobretodo completamente estúpida. Decidí no quedarme ahí cómo tonta sentada en mi auto en el estacionamiento, me limpié las lágrimas y tra
***NARRA GRACE***Me sentía tan mal que al ir corriendo cómo loca por el estacionamiento para no ser alcanzada por Nicolás, me resbalé y terminé cayéndome sólo para darme cuenta que él ya se encontraba a mi lado y me ofrecía su mano para ayudarme a levantarme.–Gracias joven Nicolás – Dije sin ganas tomando su mano para levantarme del piso – Vamos adentro.– ¿Está bien, no se ha hecho daño?–No, en absoluto. Estoy bien.Caminé junto a él para volver, volví al interior de la empresa y busqué a Carmen para esperar a que me diera indicaciones, tal y cómo me lo había ordenado mi padre. Mientras la esperaba ahí en el vestíbulo de la empresa pude notar cómo la mayoría de los empleados se me quedaban mirando, tanto hombres como mujeres. Eso realmente en esos momentos, me
***NARRA NICOLÁS***Al día siguiente muy temprano me aparecí en la empresa con el fin de dar una excelente impresión llegando temprano. Me estaba estacionando y me sorprendí al ver llegar a la señorita Grace en un taxi, ya que pensé que por ser hija del dueño tenía que tener chofer o algo así. Me bajé de mi auto y detuve el ascensor dónde ella se había apenas subido.Era curioso darme cuenta que una chica cómo ella se pusiera tan nerviosa ante mi cercanía, apenas estuvimos solos en el ascensor, pude notar que sus manos comenzaron a sudar, traté de disimular que la estaba estudiando brindándole una sonrisa, a lo que ella interpretó cómo que le di pie para iniciar una conversación.–Buenos días joven Nicolás, veo que ha llegado muy temprano – Me saludó y me tendió su mano llena de
***NARRA NICOLÁS***Al día siguiente muy temprano cuando yo llegué a la empresa, me tomé el atrevimiento de pedirle a Carmen que le avisara a Grace que la iba a esperar en una cafetería que estaba a la vuelta de la empresa. Así que dejé mis cosas y me fui para allá. Tenía pensado tomar más acción con ella y no perder el tiempo en cosas de cortejarla y demás cómo sucedió con Diana, tanto para que al final todo quedara en una infidelidad por parte de ella, causando que yo reaccionara como lo hice privándole de la vida.Deseché esos recuerdos de mi mente, eso era parte de mi pasado y quería definitivamente vivir con Grace un presente. Me fueron a llevar la carta mientras la esperaba, siendo sincero ya me estaba desesperando cuando de pronto la ví llegar tan hermosa y tan nerviosa cómo siempre que estábamos cerca.–N
***NARRA GRACE***Esa noche cuando ya casi era hora de salir de trabajar, ví a Nick muy pensativo sobre todo después de lo que pasó hacía un rato con Priscila, pero no quise tocar el tema con él únicamente me limité a platicar con él un poco antes de irnos.–Nick, ¿Te falta mucho por terminar? – Lo abracé tiernamente – Sí quieres le cancelo a mi amiga y me quedo a ayudarte.–No me falta tanto Grace. Prefiero que vayas con tu amiga, parece que tienen un asunto importante que atender y no quiero interferir – Manifestó él muy tranquilo – Yo me las puedo arreglar sólo, ya me ayudaste mucho hoy.–Para eso estoy, para hacer la vida de mi Director de Social Media más fácil – Reí divertida, provocándole a besarme – Espero que esté cumpliendo con mi función aquí.&n
***NARRA NICOLAS**Nos fuimos con rumbo a mi departamento, Grace iba muy callada en el camino lo que claramente me demostraba que estaba bastante nerviosa. Puse algo de música para liberar un poco la tensión del momento y que ella pudiera relajarse un poco, pero al darme cuenta que no se animaba aún a pronunciar palabra yo rompí el hielo.–Grace, ¿Qué te gustaría que cenáramos? Puede ser lo que tú quieras, yo no tengo problema con nada de la comida.–Nick, lo que tu decidas está bien. En serio y muchas gracias por pasar por mí – Me sonrío agradecida – Tenía ganas de estar un rato más contigo.–Me pasa lo mismo Grace, quiero estar más contigo – Afirmé convencido – ¿Te parece que ordenemos comida china?–Sí claro que sí.–La ordenaré de una vez, para que
***NARRA NICOLAS**Al día siguiente muy temprano cuando sonó mi alarma, me sobresalté dándome cuenta que era muy tarde. Me levanté de un salto de la cama y me di un baño a la velocidad de la luz para irme rumbo a la empresa. Llegué dos minutos tarde y enseguida subí a mi área notando enseguida que mi bella Grace ahí se encontraba.– Hola Grace. Buenos días – La saludé dándole un beso intenso y apasionado – Disculpa se me ha hecho un poco tarde.–Buen día Nick, o más bien buenas noches – Río ella ante mi retardo – Carmen me ha dicho que así cómo llegaras pases a verla. Nos enviarán de viaje a algo de un cliente en la Ciudad de Saltillo, por unos días.– ¡Vaya, eso no la ví venir!, ahora mismo voy a buscar a Carmen. Gracias Grace.–Por nada Nick.Sal&i
***NARRA GRACE*** Salimos de desayunar Nick y yo nos fuimos caminando hasta llegar a la Plaza de Armas en el centro de la ciudad, caminamos un poco con el fin de conocer un poco los alrededores. Pensábamos en conceptos para la campaña de nuestro cliente y nos regalábamos uno que otro apasionado beso que me dejaba definitivamente con ganas de más. Lo peor de todo es que pese a que sabía que en algún momento de mi vida tenía que pasar eso, tenía que perder la virginidad con alguien, al estar dos veces con Nick muy cerca de que se diera el momento, lo único que logré sentir fue miedo y mucho. Tenía que pedir un consejo a alguien, así que después de caminar un rato con Nick, fuimos al hotel a recoger algunas cosas para podernos ir a una cafetería o algún lugar a comenzar con lo que tuviéramos para lo que faltaba de la campaña. Mientras estuve en mi habitación de hotel, decidí llamar a Priscila para saber lo del investigador y de paso pedirle un consejo, lo