***NARRA ALMA ROSA***Monterrey, Nuevo LeónAl día siguiente llegué por la mañana a la casa de la señorita Lu, la amiga de Grace. Estaba demasiado nerviosa, por saber lo que me iba a esperar en ese lugar, esperaba que todo se pudiera arreglar entre mi hermana Grace y yo pues de lo contrario, no sabría ni que es lo que iba a hacer. Vine a Monterrey con ese propósito y estaba pensando muchas cosas, ahí afuera de la casa sin animarme a tocar aún, cuando Lu, me abrió.–Hola, Alma Rosa – Me sonrió, Lu – Adelante por favor, te he visto desde hace un momento fuera, pero no escuché que tocaras.Bueno, porque de los nervios, no me había decidido a tocar, por lo regular yo soy muy directa, pero ahora ya que estaba aquí afuera, me había ganado como una especie de inseguridad.–Hola Lu, buenos días y gracias.Entré a su casa y me di cuenta que era un lugar, hermoso, con buen gusto y acogedor, se respiraba el calor de hogar, pero no veía por ningún lado a Grace, hasta que ella apareció frente a mí
***NARRA ALMA ROSA***Monterrey, Nuevo LeónEste era el punto clave, que ella a pesar de todo lo que le había hecho, no me odiara, yo me arrepentía de todo lo que le había hecho, sin medir las consecuencias, porque volvíamos a lo mismo, yo no sabía que éramos hermanas.–No te odio, Alma Rosa – Grace, me miró a los ojos – Ahora que lo sé todo, ya nada de lo que vivimos antes tiene ninguna importancia. Yo quiero que tengamos una relación de hermanas, si es que tú, no me odias a mí por lo de Nathan. Por eso quiero saber si tú lo sigues amando, pues si es así yo, estoy dispuesta a olvidarlo para siempre. Yo nunca podría hacer nada que lastime a mi propia hermana.El amor que siento por Nathan, no se me iba a olvidar de la noche a la mañana, pero eso ya se estaba solucionando. –Yo tampoco Grace, te lo juro que no. Te quiero mucho y sé que te cuesta creerme después de como fuimos mi madre y yo contigo. En el nombre de ella, también te pido perdón. Ella misma, me ha animado a que yo, venga
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónHabía pasado un buen rato y las chicas aún no movían de donde yo las había dejado, pero no me preocupaba porque en el fondo Grace y Alma Rosa debían estar unidas cómo hermanas, a mí me hubiera agradado tener una hermana o un hermano, pero así era la vida y solo estaba yo.Estaba terminando la revisión de los exámenes cuando escuché pasos que se acercaban hacia la recámara, me imaginaba que podía ser cualquiera de las dos, tocaron la puerta y esperé a que hablaran.–Hola Lu, espero no estar interrumpiendo en tu trabajo, pero Grace y yo ya llegamos a un acuerdo y queremos hablar contigo.Al abrir la puerta, Alma Rosa, se encontraba parada con una gran sonrisa de alegría y eso me ponía a mí, también muy contenta. Esas oportunidades no se podían dejar pasar.–Me parece perfecto Alma Rosa, porque las oportunidades las tenemos que tomar en el momento y tú por haber insistido fue que se dio, de lo contrario ustedes estarían separadas. Y qué bueno
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo LeónMe preocupaba qué Grace no abriera los ojos porque veía que al parecer se estaba quedando dormida y ya eso no me agradaba para nada, mi mente se puso en modo mamá, tenía que atenderla en lo que llegaba, Julia.–Muy bien Julia, entonces aquí los espero mientras tanto le voy a hacer un té a Grace, para que entre en calor, porque me dice Alma Rosa, qué la siente muy fría.Haría todo lo posible para que Grace, se mantuviera despierta en lo que llegaba a Julia a asistirla, no quería que se le fuera a bajar la presión o que se desmayara.–Está muy bien Lu, póngale una frazada en las piernas, cúbranle la espalda y los brazos para que pueda entrar en calor y si tienes calefacción te puedo pedir que lo pongas a un nivel moderado y ya con eso verás que va a entrar en calor.Me acerqué a la calefacción y le aumente a la temperatura para que Grace empezará a sentir un poco más de calor, no podíamos dejar que se enfriara más.–Julia, ya le subí a la cal
***NARRA NATHAN***Monterrey, Nuevo LeónEn cuanto entre a la casa de Lu y me dirigí a la sala me di cuenta de la presencia de Alma Rosa y se encendió enseguida un foco de alarma. Y luego cuando Grace, me lanzó una mirada reprobatoria, presentí que Alma Rosa la había puesto en mi contra.Yo no me quería acercar porque me daba miedo que me rechazará entonces deje que Julia empezará a revisarla pero no me quería salir de ahí. Estaba demasiado preocupado por Grace, porque ella era todo para mí y no me importaba la presencia de Alma Rosa.–Alma Rosa, un favor te ¿puedes hacer cargo de Nicky, por un momento?, necesito hablar con Nathan. Cuando Lu, le pidió eso a Alma Rosa, supe por dónde iba el asunto, definitivamente Grace, no quería que yo estuviera presente. Me dolía que se comportara de esa manera, yo solo quería estar a su lado. Tuve ganas de llorar ahí mismo, pero me contuve.–Claro que sí Lu, yo me hago cargo de la niña, no te preocupes.Le respondió Alma Rosa, y sentí mucho coraje
***NARRA NATHAN***Monterrey, Nuevo LeónNos quedamos los dos en silencio porque en realidad yo ya no quería decir nada me dolía toda esta situación porque si bien yo tampoco había tenido culpa en eso no veía porque Grace, me castigaba de esta manera. –No te aflijas Nathan, verás que muy pronto la solución se arreglara en buenos términos y todos vamos a estar felices y contentos.El optimismo de Lu era increíble porque desde que la conozco no la había visto decir algo negativo de nadie. Mientras que yo, siempre llegaba a conclusiones erróneas y pensaba mal de muchas personas incluyendola a ella.–Sí, Lu, no te preocupes, voy a mantener la mente abierta de que esto pronto va a tener una solución favorable, para los que estamos metidos en este dilema sin tener absolutamente nada que ver.Porque yo si hubiera sabido desde mucho antes que, Alma Rosa y Grace eran hermanas, no me hubiera metido en una relación con ella, precisamente para evitar un problema mayor; aquí me quedaba claro que
***NARRA CAMILO***Monterrey, Nuevo LeónEstando preso, no sabía ni cuantos días pasaban o no pasaban, era como si el tiempo se congelara en esa eternidad devastadora para siempre. Sentía que mi alma ya no existía y si existía se estaba consumiendo muy lentamente dentro de ese lugar. Al menos estábamos Nick y yo juntos ahí dentro para hacernos compañía aunque él, también estaba luchando y consumiéndose en su propio dolor, no sólo por estar preso sino porque afuera había quedado Lu y su hermosa Nicky y él estaba perdiendo todavía más tiempo por no estar al lado de su pequeña.–Camilo, no sé tú pero yo pienso que nunca vamos a salir de aquí – Me dijo Nick una noche – No me has contado que te han dicho los abogados que ese te ha puesto.A ese se refería Nathan, era todavía su odio, que no lo dejaba pensar bien, pues Nathan, había sido el que había dado la cara por mí, así que no podía hablar mal de él, o referirse de esa forma.–Ese se llama Nathan, no te refieras a él de manera despect
***NARRA CAMILO***Monterrey, Nuevo LeónDesearía nunca haber callado lo de Diana, desearía tantas cosas, pero no era tiempo de desear, era tiempo de pensar y ojalá que con mi mente pudiera llamar a alguien de fuera que viniera a verme. Al día siguiente, después de nuestra hora de desayuno y cuando nos iban a llevar al patio, un guardia, me llamó.–Camilo, buen día tienes una visita – Me informó – Preguntaré si la quieres recibir o no.–No sé, si es mi abogado, sobra decir que sí lo quiero recibir siendo alguno de ellos tres, claro – Declaré – Sí es otra persona, depende de quién sea.–Es un joven llamado, Nathan Archibald ¿Lo piensa recibir o le digo que no?Él iba a ser nuestra salvación, estaba seguro de eso, Nathan a pesar de que tenía mucho rencor hacía Nick, él nos iba a ayudar a buscar a la mujer de Boris.–Claro que sí, dígale a Nathan por favor que sí lo recibiré – Dije feliz – Vamos, por favor.El guardia me llevó a encontrarme con Nathan, quién me esperaba en la misma sala