***NARRA CAMILO***

Ciudad de México

Eso que acabábamos de ver Grace y yo, no tenía nombre. Yo sabía que Nicolás era un desgraciado, pero de eso a como lo hemos encontrado con Alma Rosa, era por demás el colmo. Ambos se quedaron inmóviles, dejando de hacer, lo que estaban haciendo y también disfrutando cuando se dieron cuenta de nuestra presencia y no solo eso, a pesar de pedirles una explicación, ninguno hablaba ni decía nada, lo que terminó de hacerme enojar.

–He preguntado ¿Qué significa esto, Nicolás? Esto es el colmo, ¿Cómo pudiste hacerle esto a Grace?, qué pasa por tu cabeza – Pedía una respuesta de su parte – Y tu Alma Rosa, ¿Qué haces aquí con Nicolás?

Se levantó de la cama y caminó hacia mí, no cabía duda que era una mujer bien proporcionada y que sabía lo que tenía, pero malgastaba todo su potencial, al ser vulgar y corriente. Se notaba que no había tenido ninguna enseñanza de sus padres, de como comportarse, pues estaba desnuda como si nada. Era una desvergonzada.

–Hola, C