***NARRA NICK***

Ciudad de México

–Hola señor – Dije con desprecio – Usted ya sabe que no necesito, ni quiero verlo pero si le llamo es porque necesito lo único que usted puede darme que es dinero. Necesito 10 millones de pesos y los necesito para ya.

Le exigía, para el eso era como quitarle una pelusa de su traje de cientos de dólares, ni siquiera se iba a dar cuenta de que le hacen falta, el señor nadaba en dinero y una mínima cantidad no le haría ni cosquillas.

–Nicolás, me estás malentendiendo, no soy tu banco personal y desde que sabes que soy tu padre, no te interesa saludarme pero sí te interesa el pedirme dinero y eso no me parece.

Pues que se aguantara, estaba dicho que ese era su castigo, si siendo niño no me dio ni un centavo ahora era cuando tendría que soltar el dinero de verdad, hasta un ciego se daría cuenta que ese era su tarea.

–No te tiene que parecer, me lo tienes que dar y punto. Tú me abandonaste a mi suerte y lo menos que puedes hacer ahora por mí, es darme lo