***NARRA NICK***

Ciudad de México

–Sí Camilo – Temblando de nervios le puse el termómetro a mi amada Grace que seguía temblando y no podía hacer nada – Grace, mi amor despierta mi princesa. Por favor, preciosa, te amo.

Me desesperaba verla en ese estado, estaba como desmayada y no reaccionaba, mi corazón no lo soportaría, si le llegaba a pasar algo. Todo sería culpa mía, por no medir el desgaste en el que se encontraba y por la anemia aun no le estaba haciendo efecto el medicamento, tenía que haber dejado pasar unos días.

–Nick, tienes que calmarte no ganas nada con ponerte así – Me decía Camilo – Ella va a estar bien y tiene que estarlo, verás que sí.

–Lo sé Camilo, pero todo esto ha sido mi culpa – No podía dejar de culparme – Sí le pasa algo, yo seré el único culpable y responsable de lo que le suceda a mi princesa.

En ese momento el ruido del termómetro indicando que la temperatura había sido tomada, nos desvió de nuestra plática a Camilo y a mí. El termómetro marcaba 34.5 grados