Ser padre ya es una tarea muy difícil, pero ser padre y madre a la vez es complicado. Pero se esfuerzan por ser los mejores padres para sus hijos. De un lado de la ciudad, en una gran casa, el Director en Jefe de la CIA, Ragnar Karlsen trata de peinar a su hija, en los últimos meses debió aprender a peinar su gran cabello rojo. Mientras trata de hacer eso, está al pendiente de que su hijo no tire nada que está sobre la mesa y que el bebé no despierte abruptamente y comience a llorar. Cuando mira el resultado, se alegra muchísimo que abraza a su hija, por fin le ha salido hacer un moño alto sin tardar tres horas. Ahora va a la cocina y comienza a servir el desayuno, se acerca al hiperactivo de su hijo para arreglarle su camisa y decirle que vaya a comer. Cuando ha logrado que sus dos hijos estén desayunando, el más pequeño despierta y comienza a llorar en busca de su atención, así que sube corriendo las escaleras y va a su habitación. Su hijo pequeño le tiene una sorpresa, tiene el
— Nos merecemos esto – dijo Love dándole una copa con vino, los dos se miraron con una sonrisa y brindaron. — Esto me gusta – dijo Ragnar con una sonrisa. – Te sere sincero, creí que esto saldría mal, pero los gemelos están jugando con mis hijos y válgame Dios, el bebé está divertido, tengo paz por fin. Love sonrió, le gustaba que sus hijos tuvieran amigos y debe admitir que el hombre frente suyo es delicioso de admirar. Ragnar Karlsen, cabello castaño con algunas canas, ojos avellana, su camisa remangada y pantalones negros que solo dejan ver el buen fisico que tiene. — Podemos acoplarnos bien Rag – suspiro – Adoro los niños, mi esposo fue el hombre más feliz del mundo y yo quería morir, pari dos niños en menos de 18 horas – los dos rieron.— Si, te comprendo, mi esposa y yo habíamos hablado quedarnos con Dani y Matt – sonrió – Cuando un día llega y me dice, con cara de preocupación hasta pensé que había pasado algo y me dio la prueba de embarazo, creo que fui el más emocionado de
Love estaba en su cuarto de juegos, jugando con las pelotas con sus gemelos que cada día se parecían más a su padre, rubios de ojos azules, los genes han favorecido bien a su familia. Entonces su teléfono comenzó a sonar, al tomarlo vio que no era su teléfono personal, sino el de trabajo, se levantó y fue por él sin perder de vista a sus hijos.— ¿Hola? – respondió. — Aradia, soy Scott, me gustaría verte en persona.Scott era un miembro importante de DUMA, la mafia que la CIA tiene en la mira. Lo sabe porque hizo su investigación, conoce quienes son y los ha visto en persona. Ya esperaba esa llamada, carraspeo un poco y se metió en su papel de Aradia. — Pon lugar y hora y ahí me tendrás, claro, solo si es bueno – suspiró y miró a sus hijos. – Yo no desperdicio el tiempo en ñoñerias – escuchó una leve risa. — Terminando esta llamada lo recibirás, quisiera que hiciéramos negocios. Iremos a un lugar público, por lo que tendrás que respetar mi identidad al igual que yo lo haré. — Comp
¡Algo de tacto primero Sanem! La reunión había dado comienzo, Love miraba de vez en cuando a Ragnar y cuando este la miraba se volteaba y miraba a otro lado y así lo mismo con Ragnar, cuando Love lo miraba se volteaba a otro lado. Su tensión crecía más y más, Sanem y Dante los miraban y se sentían muy incómodos con esa tensión que decidieron terminar la reunión y escapar de ahí, Por alguna razón sentían que ese par se mataría y era mejor escapar antes del baño de sangre, pero era todo lo contrario. Cuando quedaron solos, Love río divertida, pasando su mano por su cabello y suspiró. Era tan cómico que el sexy padre soltero con el que había estado viéndose, era su mismísimo jefe. — Ragnar – dijo Love mirándolo – Eres mi jefe – le sonrió.— Y tú eres la sicaria que yo usó en mis misiones – se relamió los labios, si antes le parecía sexy ahora le parece irresistible. – Este es tu gran trabajo del cual no me podías hablar ¿eh? — Así es – se mordió los labios, estaba nerviosa y se sent
7:00 A.M Love había dormido como una bebé, después de mucho tiempo, por fin durmió bastante bien. No más pesadillas de aquella noche, no más sombras en la oscuridad, durmió como sus bebés. Hasta que alguien comenzó a tocar su puerta, abrió los ojos y miró la hora. — ¿Quién putas toca a esta hora? – susurró. Se levantó de la cama, caminó descalza y fue a la habitación de sus bebés, se aseguro de que siguieran dormidos y fue a la puerta. Al abrirla se sorprendió demasiado al ver quien estaba ahí, – ¡Korey! – grito.— ¡Hermanita! – gritó el hombre y los dos se dieron un caluroso y fuerte abrazo. Korey Salvatore, una hombre de cabello negro, ojos verdes, piel palida, muy fornido, con algunos tatuajes, el hermano menor de Love, el Capítan de una escolta del ejercito nacional. El orgullo total de su hermana. Pasaron un buen rato abrazados, hasta que entraron al departamento. — Me fascina tenerte aquí Korey – sonrió Love, mientras servía café en una taza.— Igual a mí – sonrió el moreno
— ¿Cómo mierda conseguiste tener el restaurante para ti solo? – dijo Korey mirando a su hermana.— Conozco al dueño – sonrió coqueta.— Esa sonrisa solo me hace creer que te hiciste buena amiga de la esposa del dueño en algún lado, supiste que tenía un marido del cual aprovecharse, te lo follas de vez en cuando y mientras tanto eres amiga de su esposa, la favorita de todos ¿no?— Tal vez – sonrió divertida. — ¿Cuándo te volviste el amante de los casados? – lo miró. — Cuando supe que no podía cogerme a mi niñero sexy – suspiró – En fin, esos días acabarán dependiendo de como sale esta cena – le dio un sorbo a su zumo de naranja y se asomo para ver si sus hijos estaban aún jugando con sus carritos. — ¿Qué tienes planeado hermanita? – preguntó con curiosidad. No era extraño que Love fuera una mujer dependiente, fue ella quien le habló por primera vez a su esposo, siempre ha sido así. — Lo llevaré al restaurante y pondré las cartas sobre la mesa, mi psicólogo dijo que si quiero volve
La hora llegó. Love acomodo su cabello, mientras alisaba su vestido rojo por quinta vez, se retocó el labial rojo y sonrió cuando salió del auto. Fue a la puerta de Ragnar y toco el timbre.Ragnar estaba mirando su peinado por décima vez, quería todo perfecto. Cuando escucho el timbre por poco y tira su teléfono. Camino a la puerta y la abrió. Los dos se miraron, sorprendidos de lo que podían hacer cuando se lo proponían. Love vestía un vestido color rojo y corto con un escote de corazón, que podía presumir le entallaba muy bien y Ragnar tenía un traje color negro que le quedaba a la perfección. Solo lo uso para una cena importante de la CIA.— Te ves hermosa Love – dijo Ragnar al ver que Love se había quedado con la boca abierta.— Si – susurro, parpadeo un par de veces y volvió a mirarlo – Tú también te ves muy bien – los dos se sonrieron.Ragnar se acercó y le dio un corto beso en los labios. Se sentía nervioso y era ridículo es un hombre mayor, pero no ha tenido una cita desde l
Ragnar pidió que salieran un momento al patio del restaurante, para su sorpresa había una mesa ahí y estaba muy bien arreglado. No le dio importancia, miró a Love y tomó su rostro en sus manos. Sin decirle una cosa, la beso, un beso que tomó por sorpresa a Love, pero que de inmediato correspondió el beso. Un beso suave, sin prisa, disfrutando de sus labios y sus lenguas, era amor puro y demostrando con hechos que estaba con ella. Un beso que correspondio a todo, un beso que demostró el amor que se tenían entre ellos. Al separarse un momento, sus ojos irradiaban completa felicidad y el amor que sentían por el otro. — Ragnar…Ragnar interrumpió lo que tenía que decir con otro beso, un poco más intenso, más apasionado y lujurioso. —Te amo – susurro contra sus labios – Te amo por la mujer que eres y en la que te convertiste por tus hijos – acarició sus mejillas – La verdad es que yo no sabría que hubiera hecho si me pasaba a mí, pero que me hayas contado esto significa mucho. — Bueno